Soy un cobarde, lo admito. Las vacaciones veraniegas, mientras las tengamos y no las prohíban deben usarse en beneficio propio, si, propio de cuerpo y alma. Tengo amigos médicos o enfermeras que aprovechan su mes para irse a echar una mano a África o la selva más recóndita del mundo con su Ong favorita, al fin […]