Dice hoy el telediario que ha muerto un niño ahogado en una piscina por un «corte de digestión» que hay que esperar a hacer la digestión para luego bañarse. Tópicos y dichos no exactos. Analicemos.
El termino correcto del niño o adulto que sufre un shock al entrar en el agua y se ahoga es Hidrocución. Así que hablaremos de hidrocución y no corte de digestión, porque la digestión se puede cortar, si, se para por un susto, por encontrarse una cucaracha en la lechuga, u otras escabrosas situaciones, pero nadie se muere por eso. Pueden ocurrir dos cosas que siga la digestión donde se dejó o que se vomite y se acabó el problema.
La hidrocución es básicamente un choque de temperaturas, si nos hemos puesto hasta las trancas de comer, estamos tomando el sol en la playa o la piscina y de repente con la piel más que caliente nos tiramos al agua fría, nos puede dar un pasmo, perder el conocimiento y glu, glu, glu. Lo mismo ocurre si hemos estado haciendo deporte o jugando a las palas con los chicos, todo sudorosos por el calor de agosto nos metemos corriendo en el mar, bien al fondo para descansar de los niños y surge el problema de nuevo. Así que la comida puede ayudar pero no es lo único.
¿Como evitarlo? Pues como siempre, haciendo las cosas con cabeza y sentido común. Estamos recien comidos o acalorados, o el niño lleva dos horas al sol, pues lo primero bajarle la temperatura corporal, refrescar brazos, piernas, cuello y poco a poco todo el cuerpo, y luego meternos en el agua poco a poco y permanecer un rato donde no cubre que también se puede jugar allí.
A la más mínima sensación de encontrarse raro, mareado, con nauseas o visión borrosa salir lo más rápido posible y pedir ayuda.
El guardar y hacer guardar dos horas de digestión puede ser contraproducente si las aprovechamos para tomar el sol, jugar una partidita de tenis con los niños, o achicharrarnos haciendo castillos de arena y luego a la voz de «tonto el último» nos adentramos en el mar.
No hay porque sufrir el castigo de la espera pero al entrar al agua con prudencia.
Muchas gracias por la aclaración. Me ha venido bien leer esto… ya había olvidado como madre, eso de refrescarse las muñecas y la nuca que hacía la mía. A mí también me tocó esperar las dos horas antes del nuevo baño, aún así.
De todos modos el sentido común funciona bastante y siempre he tenido la precaución de entrar (meter a los enanos) poco a poco en el agua.
Saludos y encantada, soy NinaNutz y te sigo 🙂
Muy clarito y razonado y de lectura amena, como viene siendo..
Ya lo tengo retweeteado y facebookeado.
Voy a hacer una petición de artículo, a no ser q ya exista y yo no lo haya visto: una vez en tu consulta me acusaste de estar anticuada por tener a mi niña, de entonces unos 4 o 5 años, a dieta blanda. Y me hiciste una exposición muy clara y concisa del porquè. Cada vez q intento contarle esto a algún papi se me quedan con cara de póker. Así que te pido articulito sobre el tema, a ver si es posible. Saludazos.
Je, je, je… Yo al principio pensé que estaba un poco loco este pediatra de pueblo cuando me lo explicó la primera vez… Y no veas lo que tengo que pelear con suegra y madre para que lo sigan. Jesús, felicidades, porque algunos adeptos ya seguimos nuestro sentido común, una vez nos lo descubres tú. Allí escondidíto y acomodado lo teníamos, sin currar el tío.
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¡¡Buenisimo!! Me encanta el sentido del humor con el que redactáis los consejos tan docentes para padres y madres!
Recuerdo perfectamente la clase en la que nos explicaron la hidrocucion ( no recordaba el término, pero si las bases fisiológicas)
Aunque he de decir que estando de vacaciones en el Mediterráneo .. no hay mucho contraste entre la temperatura del agua y la ambiental y mi pequeña guindilla puede seguir jugueteando en la orilla.
¡Sois geniales!