Es frecuente en este tiempo, que los padres en la consulta terminen sus preguntas con un ¿puede bañarse?. Mi respuesta es que no solo puede, sino que debe bañarse. Siempre tengo la sensación de que me están metiendo en un lío, si digo que sí, puede ocurrir que meta la pata por que se iba buscando un apoyo para reafirmar la postura paterna o materna ante el mosqueado muchacho, o bien, se pretendía asegurar una decisión y rebotar la responsabilidad ante inconvenientes resultantes.
Ojo, si la pregunta es: ¿A que no puede bañarse? «la he cagao». Yo que soy de por sí de llevar la contraria, el cuerpo me pide decir que si puede, ya tenemos bronca con los padres, y si digo que no debe bañarse, el niño me mira mal y hasta podría darme una patada en las espinillas. Así que la opción más prudente es quedarse al margen, la decisión de bañarse es perteneciente a la patria potestad, es quien la ejerza el que debe asumir su responsabilidad. No conozco ninguna enfermedad que impida el baño en su justo punto. Hombre, si el niño tiene 40 de fiebre y le metes en el agua fría de la piscina, pues a lo mejor le da algo, pero eso pertenece al buen juicio y a escuchar al niño que se negará en rotundo a meterse porque es muy desagradable.
Articulo recuperado del año pasado. Cuando el cerebro se agota, hay que repetir escritos que pasaron desapercibidos.
Claro!! Ya decia yo q me sonaba este titulo!!