Dos amigos se encuentran en la calle, hace tiempo que no se ven y al saludarse dice uno:
– Oye que bien te veo, he oido hablar de tu éxito, ¿cual es la clave?
– Bah, que no le llevo la contraria a nadie.
– Venga ya, ya será otra cosa.
– Bueno si tu lo dices, será así.
Está claro que si no le llevas la contraria a nadie no te creeas enemigos ni animaversiones, mi último jefe era un déspota, majadero y explotador, pero yo le caí en gracia precisamente porque le daba la razón como a los tontos y luego yo hacía lo que me parecía, y todos contentos.
Ja, Ja. Realmente yo conocí ese chiste aunque la pregunta inicial era: «¿Porqué está usted tan gordo?».
Es decir, que por no discutir conduce al éxito o a la obesidad indistintamente (¿»gordos felices»?)
Aunque estoy de acuerdo con MisMelis que si le das la razón a los jefes tontos llevas mucha ventaja.La coincidencia de la jefatura con la estupidez es, sin embargo, tan común que se hace difícil… 🙁