Caminaba hoy de vuelta a casa después de salir del instituto, no me apetecía mucho ir con los amigos y decidí volver solo. No se tarda mucho a casa, el pueblo es pequeño, pero hoy iba despacio dando patadas a piedras y latas que por el suelo encontraba. Un grupo de amigos me llaman desde el otro lado de la carretera pero les digo que no voy a jugar, me voy para casa.
Falta uno.
El día ha sido complicado es un primer día después de las vacaciones de navidad, hemos pasado nochebuena todos juntos, en nochevieja a Veva la dejaron salir toda la noche y es que ya tiene 16 años, la noche de reyes fue especial yo todavía me lo quiero creer y me hace igual de ilusión que hace años cuando me engañaban. Todos los días salíamos los amigos al parque a sentarnos y hablar, a jugar, a pasear, a compartir juegos con los móviles, lo normal en un niño de 12 años.
Falta uno.
Según voy avanzando se hace de noche y es que en invierno se pone el sol muy pronto, entre las sombraluces de las farolas que se encienden y el sol en su puesta, creo ver por mi acera acercandose a Jesús, mi médico, el médico de mi hij@, va cabizbajo, camina despacio, va pensando en sus cosas, se cruza conmigo y no me dice nada, no es normal siempre tiene una palabra aunque vaya deprisa, algo pasa. ¡eh Jesús! ¿no me saludas? ¡Ah perdona Manolo iba despistado!, me contesta. ¿Te puedo preguntar una cosa?. Claro, dime. Es que estoy triste porque falta uno.
Un poco más adelante hay un banco y Jesús me echa la mano por encima y me acompaña a sentar. No lo entiendo, le digo, no entiendo por qué un niño de 12 años salta desde una terraza, no entiendo por qué Jose quería morir. Papá dice que debió sentir un dolor de cabeza muy fuerte y que todo se oscureció, no sé quizás la rabia o el enfado con sus padres le llevó a eso para fastidiarles.
«¿Eso crees amigo Manolo? No sé lo que ocurre en la cabeza de un chico que tiene toda la vida por delante para decidir que ya no hay salida. Los adolescentes sois tipos raros.»
Si era un chico raro, muy callado siempre parecía triste, jugaba bien al fútbol. Por cierto ahora caigo que nos hemos quedado sin portero. Creo que jamas le vimos reír, en fiestas le hicieron beber un cubata a ver si se alegraba y se quedó dormido. Le echaré de menos.
Los adolescentes… mira que entrada tan interesante… http://grupomaternal.blogspot.com/2011/12/carta-abierta-un-adolescente.html
Un saludo!
Que duro para Manolo, para Jesus y para todo el entorno amen de la familia….no he podido evitar emocionarme porque lo vivi muy de cerca en el mismo año, mi tia ( hermana de mi madre se suidido en Abril) y en el mes de Junio, una compañera del curso de Costura, teniamos 11 años se ahorco, Choni, a todos nos pillo por sorpresa, nadie debio notar el menor sintoma, era callada si, y tranquila si, pero era una persona normal y corriente….aquello nos sumio a todo el grupo de amigos en un profundo silencio por mucho tiempo……que temor e inseguridad debe apropiarse de uno para llegar a eso???? Intento tener la maxima comunicacion con mi hijo como mis padres han tenido conmigo y a veces cuando me he sentido nadie me he agarrado a mi madre llorando, ya mayor tambien, y eso lo aprendi aquella tarde de Junio. Un Abrazo enorme Jesus. Hay acciones que no podemos controlar…..
No quería yo haber sido duro, no era mi primera intención, pero claro hablar de este tema es duro en si. Quizás iba buscando una reflexión sobre la poca importancia que tiene la vida y la muerte en la adolescencia, se puede matar para fastidiar a otro, o solo aceptar conductas de riesgo sin pensar en la consecuencias. ¿Para los amigos? unos siguen con su vida y sus juegos otros los más sensibles como Manolo se afectan, pero rápidamente se dan cuenta de que han perdido al portero del equipo y el problema deja de ser incomprensible y pasa a ser cotidiano e incluso solucionable.
No sólo pasa en adolescentes … Cuando un ser querido muere, el duelo está, y durante un tiempo tu vida no es la de siempre, pero debido al ritmo que llevamos un día te das cuenta de que no tienes tiempo ni de estar triste. Que el trabajo tiene que salir, la casa debe seguir…. La verdad es que es penoso estar tan liado en el día a día que no tienes tiempo ni para que tu vida pueda cambiar. Que algo pueda afectar de verdad a tu día a día.
Qué tema más difícil y complejo! esta semana salió en el periódico que un adolescente se suicidó, y dejó una nota, que se mataba «porque se sentía solo», me quedé impactada. Tantas personas en el mundo y nos seguimos sintiendo solos, creo que los padres debemos estar cerca de los hijos, hablarles, verlos, escucharles… no basta suponer que saben que los amamos. No minimizar los problemas que tienen, solo porque no son problemas de adultos. En fin, estas cosas no deberían pasar a ninguna edad.
Saludos 😀 me gusta mucho su blog! soy de México.
Hola Jesús, entre niño y niño a veces voy leyendo cosas….hoy por ejemplo… y se me han saltado las lágrimas (¡cómo escribes!)…, a ver cómo lo explico cuando entre el siguiente….Me ha gustado mucho esta entrada, con tu permiso la cuelgo en la puerta para que lo vayan leyendo lo s padres y madres que esperan… Gracias Jesús!. Isabel Rubio.
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