Hace ya casi seis meses que aprendí a caminar, nunca de bebé fuí un atleta y dieciocho meses me parece una edad más que prudente para comenzar a caminar. Las prisas nunca fueron buenas y evitar una caída era un objetivo importante, ahora ya corro y salto pero sigo siendo muy prudente. La otra mañana paseando con mi padre de la mano, iba yo pensando en mis cosas y me dí un golpe contra una farola de la calle, se me hincharon las narices y sangraban, yo lloraba muy fuerte, estaba muy enfadado ¿quien había sido el hijo…. que había puesto la farola allí?. (La palabra hijo…. la he aprendido en la escuela, no se lo que significa pero es un insulto muy gordo para cualquier mayor, se enfadan cuando se la dices). Papá me puso un clinex en la nariz y me llevó a casa a buscar frío para ponerme en el chichón. Ya se me va pasando el disgusto, estoy en el baño poniéndome una bolsa de guisantes congelados en el bulto que me ha salido encima de la nariz «#pabermematao».
Papá y mamá estan hablando en la cocina, escucho como ella dice que está preocupada, que seguro estábamos haciendo el burro, que llevo ya tres golpes en menos de una semana, que los van a denunciar, papá se defiende diciendo que este niño está topo, que parece que no ve, son golpes porque no se entera, no distingue las farolas hay que llevarle al médico. El caso es no asumir su responsabilidad.
Jesús, el médico de mi hij@, ya os he hablado de él alguna vez, nos ha recomendado ir a ver a un amigo suyo para que me miren los ojos. Aunque soy pequeño, es importante para mi futuro y cuando unos padres sospechan que su hijo no ve, hay que acudir al ojólogo, o algo así.
Salimos ahora de la óptica, papá tenía razón y no debía ver bien, ahora veo todo diferente, me han puesto unas gafas muy chulas. Veo todo muy bonito, colores diferentes aunque todavía no se como se llaman, en el cole solo hemos dado el amarillo, personas a lo lejos, nubes en el cielo, todo es precioso estoy encantado. Mira allí a lo lejos que coche tan molón, ¡ups! casi, una farola esta la he visto, estoy muy contento. Voy dando saltos por la calle, ¿papá aquello qué es? mira eso de allí, la calle es muy bonita….Aaaag, vaya resbalón, ¡¡papáaaa he pisado una caca de perro !! Buaaaaaa…….
jajajaja, muy bueno, aunque yo siempre he sido muy patosa, sin gafas y con gafas. No se si este chico le pasará lo mismo…
Juer Manolo… Eres insuperable.
Y tu creador también…
A los padres/madres hay que hacerles caso (a veces) y sobretodo cuando creen que «algo» pasa con la vista del hijo/a.
Jesús, una entrada magnífica!
Jajaja… estoy imaginando al pobre manolo dandose un sopapo con la farola… el tema de la vista es muy importante y hay que hacer caso siempre a los padres cuando ven que algo no va bien… me encanta tu blog…
Gracias Manolo! siempre me he preguntado cuando llevar a mi hijo al «ojologo» ya que somos todos miopes en la familia!
¿Cuando ver al oftalmólogo? En cuanto haya una duda razonable. Si todo parece normal, está protocolizado una primera revisión en la visita de los cuatro años.
Eso le pasó a mi sobrina! La pobre…y ademas, como dice mi madre, «cucaba el ojo» La pobre, siempre enfocando.
Genial entrada!
Me contaron un caso de un niño que a los 6 años descubrió las hormigas y las arrugas de su abuela.
Alucinaba!!!
Genial forma de enfocar un problema.