El día 1 de noviembre entró en vigor una decreto ley por el que todos los médicos del sistema nacional de salud tendremos que cambiar nuestras prescripciones y en vez de poner la marca del medicamento tendremos que poner la composición. Por ejemplo en vez de poner Dalsy o Apiretal tendremos que poner ibuprofeno o paracetamol respectivamente. El cambio puede ser menor, porque muchas veces ya lo hacíamos, sobre todo con los antibióticos donde ponemos amoxicilina o azitromicina en vez de los nombres de las marcas. Ahora se generaliza y habrá que explicarlo bien. Yo mando ibuprofeno y en la farmacia le darán el que tengan de oferta a elegir entre las veinte o treinta marcas diferentes. ¿Son iguales? pues no siempre, unos son con sabor a fresa, otros a plátano, otros a rayos, unos en pastillas para chupar, otros en pastillas pequeñas, otros en ladrillos intragables, o en sobres con sabor amargo, o sobres con sabor a menta, multitud de diferencias que tendrá… que tendréis que decidir con el farmacéutico.
En pediatría el cambio es menor, los peques en general toman menos medicaciones que los adultos y no digamos los ancianos. Salvo excepciones los potingues para los niños son pocos y económicos. Cuando un anciano vaya a por sus medicinas de siempre recibirá un paquete donde le han cambiado la pastilla chiquita colorada, que ahora es blanca y grande y el mes siguiente será amarilla y alargada. La excusa es que saldrá más barata, aunque el abuelo no se aclare con las nuevas píldoras. Los niños son aficionados a sus sabores preferidos, imaginad que ocurrirá si cada vez le dan un sabor diferente.
Si son lo mismo, deberían parecer iguales
Es una campaña blogosférica demandando algo muy sencillo, que todos los ibuprofenos genéricos o marcas se parezcan, que todos que todas las amoxicilinas sean de una misma forma y que si pides un antibiotico no te den una caja de 30 si tiene que tomar 7 días, lo logico sería que si tiene que tomar 3 dosis al día durante 7 días se diera un envase con 21 unidades, eso sería ahorrar en gasto y no tirar cosas a la basura.
Veremos, es una reforma a medias, que no coge al toro por los cuernos. Ahorros pírricos que puede acarrear problemas. Ahorros consensuados ministerio y comunidades que se vuelven a hacer a costa de la población, insisto, veremos.
Te recuerdo, estimado Jesús, que es el médico quién decide la forma farmacéutica a dispensar. Esto significa que si el médico escoge sobre, se le darán sobres; y si escoge pastillas, se le darán pastillas. Además te recuerdo que, si el médico así lo considera, con una sencilla leyenda y firma se puede evitar cualquier sustitución.
Un saludo
Yo soy progenéricos, pero una vez tuve un error y en lugar de tomarme un nolotil (que tengo en genérico) me tomé un antibiótico que me mandaron en genérico (culpa mía por no tirar el antibiótico que me sobró). El caso es que padezco migrañas y cuando me atiza fuerte me tomo un pastillazo y un nolotil, a veces en mitad de la noche, y aunque lo pague yo, me compraré nolotil para evitar mis errores. Pero en la gente mayor, si no se homogeiniza el tema va a ser un follón.
En andalucía ya se viene haciendo desde hace 4 años y si bien es cierto lo que comentáis, tras un periodo de adaptación, como todo, no hay grandes problemas y según dicen el ahorro es importante.
Estoy con Jesús en que la reforma es una reforma a medias. Por una parte, sería mucho más racional lo que se hace en otros países: el médico prescribe 3 pastillas al día 7 días, al paciente le preparan en la farmacia un frasquito con 21 pastillas. Se acabó el guardar un blister con 4 amoxicilinas (que luego sirven para que al paciente que le duele la garganta se tome dos y vaya a por la receta «porque ya lo he empezado a tomar»). Por otra, los laboratorios que invierten un paston en desarrollar un medicamento deberían recibir unos beneficios que les permitan seguir investigando los fármacos de mañana, aunque solo sea por nuestro propio interés.
Pues aunque parezca una chorrada, los excipientes nos pueden traer de cabeza a los alérgicos y no todos los genéricos llevan los mismos.
Hay niños que no pueden tomar dalsy porque les da alergia el «sabor» a naranja pero pueden tomar junnifen, otros medicamentos llevan lactosa o derivados del huevo ….
En fin una pregunta más a los fabricantes
Los ancianos padecen una cierta intolerancia a la lactosa en unos indices bastante altos, les sienta mal la leche, les da gases y prefieren no tomarla, dicen ellos. Pues efectivamente unos excipientes llevan lactosa y sientan mal y otros no, aunque todos se llamen igual.