Ya es primavera y no solo en el corte ingles, hace calorcito de repente, empiezan a verse las terrazas para tomar el aperitivo, que por cierto ahora es un problema porque están llenas de fumadores y no hay quien pare, podrían en verano, meterse a fumar dentro.
El caso es que no para todos llega la primavera, esta mañana, a la entrada de la escuela infantil, parecía que nada había cambiado, bufandas, gorros, abrigos y algún plumas incluso y lo que no entenderé nunca, ni con veinte bajo cero, «el verdugo», horrorosa prenda que ningún niño acepta de buen grado.
La estancia en el centro se hace difícil, la directora todavía no quita la calefacción, no se vayan a constipar los niños. El body de manga larga, el polo de manga larga, la sudadera y encima el babi reglamentario, la celefacción por si acaso y ahora a correr y saltar, jugar toda la mañana, salir al patio al sol a seguir corriendo y saltando. Total la temperatura corporal puede llegar a los 39 o 40 grados.
El niño tiene fiebre……..No, el niño esta cocido, con los ojos saltones como un pescao, sudoroso hasta la deshidratación.
Por favor, revisad el abrigo que les ponemos. Un niño de un año en adelante debería llevar la misma ropa que nosotros, o incluso menos porque tienen más actividad. Y por supuesto prohibición total y absoluta del verdugo, prenda diseñada para humillar y rendir a los niños.
Los niños no se constipan por frío, son peores las grandes sudadas.
Diooossss pero que mal que me siento… tiene razón es verdad…. ha llegado la primavera… soy madre… soy primeriza casi gemelar… y me arrepiento de haber achicharrado a mis hijas… y si es primavera en Madrid… ni te cuento en Ibiza… y las tengo aún con manga larga…..y dos mangas, con la camisa,…. y si pongo la chaqueta «fina»… tres…..
Y como penitencia padre, si usted me lo permite, me leeré este post todos los días antes de vestirlas… a ver si aprendo que ya tienen tres años
saludos.
Pues le pido un favor, cuando se lo lea obvie, en la medida que pueda , la parte en la que Jesús responsabiliza a las escuelas. Le encanta encontrarnos origen y causa de casi todos los males «del mundo mundial» y la verdad es que no somos tan poderosas. Hoy, el calor, nos ha cogido un poco desprevenidos. ¡No lo recuerdo, pero casi me atrevería a afirmar que él, hoy, también llevaba varias capas de ropa!
Bromas a parte, tiene más razón que un santo en que en nuestro afán de padres protectores de la salud de nuestros chicos, a veces, perdemos el contacto con la realidad. Aunque esa realidad sea de 25 grados a la sombra. Saludos.
Muuy cierto, pero curiosamente en el lado del mundo q yo vivo (NZ, Australia) a veces pasa lo contrario: veo a los niños con lluvia y frio jugando afuera, en NZ andan descalzos muchas veces, y NZ no es tropical!
Me pregunto cual sera el optimo? pq en un lugar q llueve mucho no me gustaria q pasara todo el rato adentro. Ahora en Australia he visto en los jardines infantiles que a suelo humedo y llovizna juegan afuera igual…no se con lluvia torrencial…
Mi criterio ha sido en lluvia de verano q se moje y al terminar de jugar lo cambio…en lluvia de invierno no se bien…alguna idea para seguir de criterio?
Gracias Paula por intervenir, conocerás la costumbre de los nórdicos de dormir la siesta de los bebes en la terraza a diez o veinte bajo cero, bien abrigaditos con su polar pero respirando aire fresco, son costumbres.
Ya hablaremos otro día de ello, pero es muy frecuente la pregunta de si llevo a mi bebe a la playa que medidas tengo que tener. Y la respuesta mía es: ¿En ese pueblo donde vas no hay niños, que medidas tienen, ninguna, pues eso?
Totalmente de acuerdo con todo, yo discuto con mi madre porque a veces me dice que le llevo muy fresco y le hago ver la ropa que lleva ella, ahí ya se me calla un poquito.
En lo que discrepo es en el verdugo, en invierno, con frío de verdad, es lo mejor, tapa oídos, cuello… Mis hijos lo llevan bien, no se han quejado, es un casco de súper héroe… ¡¡¡arriba el verdugo!!!
Marta.
Vale Martucha pero hay unos gorros con orejeras bonitos, un modelo braga al cuello muy moderno, pero ……el diseño del verdugo de la foto es de mi abuelo y seguro que pica.
Cuánta razón tiene y qué difícil nos resulta asumir este tema a las madres. Y peor todavía, cuando encima el niño es caluroso y la madre friolera, como es mi caso. Hay que tener mucho control mental para no pasarse con la ropa del enano.
pues yo todavía tengo discusiones con mi suegra que me recuerda constantemente: «Los leotardos, segunda piel del niño» ´Si se enterara que le pongo camisetas de tirantas en invierno porque suda muchísimo…
Gracias Carmen un saludo, esperemos que tu suegra no lea este blog. Jajaja.
Todavía me acuerdo del picor en las orejas que me producían los verdugos de lana que me hacía mi madre (y de eso hace ya unos años).
Este post es de interés general. La Declaración Universal de los Derechos del Niñ@ debería incluir la prohibición de los verdugos.
Muy bueno
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