¿Me le hace unos análisis?


Ghostface´sRedKnife

«Doctor, me gustaría hacerle unos análisis, lo veo demasiado flaco y como ha comido muchas guarrerías este verano… no sea que tenga algo.»

«Hace mucho que no le hacemos un análisis y como está creciendo tanto…»

«El niño no come nada, no habría que mirar a ver…»

Estos son argumentos que se siguen oyendo en consulta, parece que tenemos demasiado interiorizado eso de revisarnos a ver como vamos. Gran parte de culpa la tenemos los médicos con nuestra obsesión por recomendar controles sin ton ni son; revisiones poco útiles del niño sano, revisiones rutinarias de empresa en adultos o por el hecho de alcanzar determinada edad; mil revisiones durante el embarazo como si de una enfermedad se tratara, etc..

Un análisis antes de navidad nos da permiso para ponernos hasta las cejas de turrón, un análisis al comenzar el cole nos asegura un invierno sin problemas, un análisis lo más completo posible nos pronostica la vida eterna.

Partamos de la base que nadie recomienda hacer análisis de rutina para ver que encontramos y menos en la infancia, ni sociedades científicas, ni guías de tratamiento, ni protocolos actualizados lo recomiendan. Toda prueba debe ir dirigida a algo, normalmente a confirmar lo que sospechamos. No le ponéis el termómetro todos los viernes a las 6 de la tarde para ver como está, lo habitual es ponerle el termómetro cuando has tocado al peque y quema, para confirmar lo que ya sabías, que tiene fiebre.

Igual ocurre con los análisis de sangre, carece de toda utilidad hacer una prueba aleatoria sin saber lo que buscamos, nos podemos encontrar con algo inesperado y que no sabremos interpretar. Lo habitual es que en un niño perfectamente sano nos encontremos el colesterol elevado, por ejemplo, vale ¿y qué? ¿qué significa?¿Qué haremos ahora? Debemos saber que una cifra  alta de colesterol en un niño no es ninguna enfermedad y el hallarlo en una analítica nos va a crear una duda y un problema que no es tal, a veces hasta se puede llevar un tratamiento inadecuado si el médico es algo exagerado. En todo caso ya será un niño etiquetado.

La recomendación ya nos la sabemos, no hay que hacer pruebas, hay que comer adecuadamente y sobre todo crear en los peques un hábito de buena alimentación, eso nos asegurará que sus constantes serán buenas y se mantendrán buenas cuando ya de adolescente tenga más autonomía sobre lo que come o deja de comer.

Si el niño está enfermo y su médico sospecha algo, seguro que le mandará no uno, sino veinte análisis si hace falta, pero hacer por hacer es tontería y nos puede traer complicaciones innecesarias.

No medicalicemos la infancia, eduquemos en los buenos y saludables hábitos, con eso es más que suficiente para que crezcan sanos. Ya dependen demasiado de las notas que sacan en el cole, no les pongamos más deberes que aprobar, también sus notas en hierro, colesterol o transaminasas.

 

Artículo publicado en la revista Ser Padres de Septiembre con el mismo título.

 

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.