«Si lo hago por tu bien», es una frase de madre y de padre a mi gusto utilizada como un arma de doble filo. La frase algunas veces va acompañada de un maltrato evidente; bofetada, pescozón o castigo, pero otras veces va unida a la mejor de las sonrisas intentando venderle al pobre crío algún trago amargo.
Esto viene a cuento de una frase que lancé en mi grupo el médico de mi hijo y que decía así:
«Al próximo que despierte a un crío a media noche para ponerle el termómetro, lo denuncio».
Es muy frecuente oír en consulta eso de: estaba dormido pero le noté caliente, le puse el termómetro y le di un antitérmico. Yo me quedo a cuadros, me imagino a mí mismo en ese estado, imaginen ustedes también, haber pasado todo el día malo, griposo, dolorido y con un malestar más que interesante, y que a las tres de la mañana cuando has conseguido conciliar el sueño, se acerque tu amorosa pareja y al besarte la frente se dé cuenta que estás febril; cariño, despierta y tómate esta pócima que te he preparado…
¡Bruja!, ¿qué quieres, que me muera?
Imagino que igual debe pensar el niño que llorando consigue abrir un ojo y muchas veces expresa su opinión vomitando el potingue administrado.
¿Por qué hacen esto las madres y algún padre? Reconozcamos que es más de madre ¿Cuáles fueron las respuestas y comentarios a semejante amenaza?
De las respuestas podremos deducir el porqué de tamaña tropelía. La pregunta fue en la red social Facebook en donde se puede poner «me gusta», pero no lo contrario, así que diré que ha obtenido hasta el momento 556 «me gusta» y una propuesta de crear un club de fans a mi nombre. En la parte contraria se reciben comentarios al estilo de la frase que encabeza este escrito, «lo hago por su bien».
Pero ¿realmente le hace bien? ¿despertar al niño enfermo le hace bien o es prioritario dormir y descansar? Cuando yo estoy acatarrado me tomo lo primero que pillo (paracetamol o ibuprofeno o aspirina, que soy adulto) y me meto en la cama. Ni a mí, ni a nadie en su sano juicio y antes de que la fiebre le haya disuelto el cerebro, se le ocurre poner el despertador para levantarse seis horas después a tomar otro calmante, ¿no, verdad? Pues eso, si no es lo mejor para nosotros ¿por qué se lo hacen a sus hijos?
La fiebre en los procesos gripales es un mecanismo de defensa que se encarga de freír virus y curarnos. Todos los antigripales y remedios caseros pretenden atenuar los síntomas que van añadidos, tos, congestión, malestar, etc. Por eso, el sueño debe ser visto como el mejor tratamiento que tiene la gripe o cualquier catarro. Si el niño tiene algún problema ya se despertará, si la tos o la sudada le crea problemas ya llorará y tocará ir a calmarle. El niño es bajito pero no tonto, así que entendamos que tiene sus mecanismo de defensa y sabe protestar: lo lleva haciendo desde su minuto uno de vida. Si se despierta habrá que desplegar todo nuestro cariño y nuestra sabiduría para conseguir que se relaje y vuelva a recuperar su sueño. No parece lógico invertir lo que parece normal y hacer algo antinatural.
Entonces ¿por qué se hace? ¿A quién beneficia esta actitud? En las respuestas a mi pregunta aparece bien claro en boca de las mamás y papás, «me quedo más tranquila».
Ah, luego es el miedo, la inseguridad, el egoísmo de quedarme más tranquilo yo, el que lleva a hacer algo inadecuado y luego venderlo al peque «por su bien». Quizás la palabra maltratoes demasiado fuerte, demasiado caricaturizada para expresar esto, pero va en esa línea. El miedo no aporta nada a la crianza con respeto y cariño, el miedo nos quita libertad -pensad que si el miedo nos atenaza estamos actuando sin contar con el niño-, el objetivo cambia y es en sí mismo eliminar el miedo. Nuestra acción será desordenada porque el fin no es el niño, ni la fiebre, ni el malestar, el fin es acabar con nuestro miedo y eso nos hace vulnerables.
Si la campaña mediática de todos los años por la fiebre A o B o la que sea, con la enumeración de muertos en el telediario y las recomendaciones absurdas, nos da miedo, perdemos nuestra libertad y perdemos nuestro objetivo de autocuidados y nos lanzamos a la compra de cualquier producto recomendado. Ese es el objetivo aparente, encauzar el miedo para que consumas un montón de productos cuando menos inútiles, si no perjudiciales.
Pero papá Estado «lo hace por nuestro bien».
No por el mío, que me siento maltratado y así lo denuncio.
No sé qué gen debe ser, però las mamas somos unas miedicas… lo reconozco… pero la verdad es que, de momento, no he despertado nunca a los niños por la noche… y si se despiertan y les cuesta volver a dormirse por la tos-fiebre o lo que sea, se vienen a nuestra cama, y no sé porqué pero es la mejor medicina… entonces se duermen sin problemas!
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Totalmente de acuerdo en que el sueño es la mejor medicina. Y en que la fiebre es un mecanismo de defensa del cuerpo y todo eso. Pero decir que despertar a un niño para ponerle un termómetro y/o darle alguna medicina para bajar la fiebre (en el caso en el que el niño llegue realmente a despertarse, cosa que dudo con mi pequeña experiencia) es como meterle el dedo en el ojo con fuerza para , mientras duerme, me parece que es tan sobreprotector como la actitud que pretendes denunciar.
A mi entender, la fiebre alta causa pesadillas, y muy intensas según qué caso. Si perturbar el sueño de mi hija durante 20 segundos puede evitar 3 ó 4 horas de pesadillas, sinceramente, creo que estoy haciendo bien y facilitando unas horas de ese verdadero descanso. Justo ése que dices que es la mejor medicina.
Parece obvio que el cuerpo humano no es tan perfecto como debería ser. Las fiebre altas pueden matar a una persona, el dolor puede evitar descansar a una persona con una enfermedad grave, el organismo rechaza un nuevo órgano que le puede dar la vida, etc. El cuerpo humano y sus mecanismos de defensa no son infalibles, y los métodos que el hombre ha usado para sortear estas limitaciones nos han llevado a elevar la esperanza de vida muchos años. Ya sea gracias a la medicina occidental, la china, la homeopatía, etc.
Comparar el sueño de los niños con el de un adulto merecería otro post. Extraer del hecho de ponerle un termómetro a un niño a las tres de la mañana la conclusión de que el Estado y las grandes corporaciones controlan nuestra voluntad y nuestro MIEDO, merecería una visita al psiquiatra.
Las mamás es uno de los grandes peligros de la salud de los niños. Sobre todo tras la aparición de internet y las redes sociales la salud de los niños se ve altamente perjudicada ya que buscan las enfermedades y las posibles soluciones en la red.
No estoy de acuerdo, los pacientes van cambiando desde la aparición de la comunicación, cierto, ahora la ciencia esta a la mano de todos, nuestra labor no es denostar o temer a las madres sabias, nuestra labor como médicos es ponernos las pilas y subirnos al carro de la tecnología para poder hablar el mismo idioma que nuestro pacientes. El conocimiento nos hace libres.
Hola Jesús, hace tiempo que te leo.Yo también me afilio a tu club de fans!!. Cuantas veces en mi consulta he oído lo de » es que me quedo más tranquila si le pides una analítica, le das un antibiótico, me dices lo que tengo que darle de comer gramo por gramo»… Que bien les iría a nuestros pequeños pacientes si el sentido común tuviera la misma facilidad de dispensación que el paracetamol o ibuprofeno en jarabe…
La verdad que muchas veces los padres son un verdadero peligro para la salud de los hijos. Los quieren con locura y a veces eso les lleva a sobreprotegerlos lo que genera que el niño pueda no mejorar todo lo rápido que debiera.