Un beso, por favor


Estaba el otro día en la guarde con los amigos jugando toda la mañana, después de comer se fueron a dormir, yo me quedé jugando o dando vueltas por la clase, no me gusta dormir. Me notaba cansado pero yo no duermo en clase. El caso es que me dio un bajón y me acordaba de mi mamá, estaba a punto de llorar cuando encontré al lado de la cama de Pedro su chupete, se le había caído mientras dormía, estaba lleno de mocos y babas y pensé que no era lo mejor, pero no pude evitarlo, me lo puse y no os quiero contar lo rico que estaba, que gustito, me tranquilizó igual que el lexatín a mi profe.
¡Manolo, que te vas a enfermar! susurro enfadada Juli para no despertar a los otros. Me quitó el chupete y lo lavó.
¿Qué me voy a enfermar?¿Por qué? no lo entendí, pero algo me quedó dando vueltas en la cabeza y no soy aprensivo pero seguro que tuvo que ver. Ahora tengo unos mocos que me llegan hasta la barbilla, un dolor de cabeza y una tos que se me rompe el pecho.
Estamos en la sala de espera de la consulta del pueblo, nos va a atender de urgencias Jesús, mi amigo, el médico de mi hij@, ya os he hablado de él, hay bastante gente esperando y como no tenemos cita tendremos que esperar a que quede un hueco. Está tardando mucho y la gente se impacienta, casi una hora dice una señora. De repente se abre la puerta y sale una señora muy enfadada gritando, «He venido para que le mande algo a mi hijo, vale que es solo un catarro, pero algo habrá que darle, yo pago mis impuestos y tengo derecho a que le recete alguna cosa» Jesús muy serio le dice «adios, buenas tardes» La señora se va muy enfadada diciendo más cosas que no entendí bien. Pasa el siguiente y mamá y papá se miran, no aprueban lo que ha dicho la señora y el resto de la sala la critica también. Me he quedado preocupado seguro que mi amigo esta disgustado y eso no me hace gracia. Todos estamos en silencio, hasta yo.
Se abre otra vez la puerta se despide y se oye «Manolo, otra vez por aquí, pasa anda» entro yo el primero, mis padres me siguen, le veo con cara de cansado, ya es tarde y despues de la discusión no se le ve contento. Así que me acerco a darle un beso de complicidad.
¡Anda! no me he dado cuenta y le he llenado la barba de mocos, me mira serio ¿se habrá enfadado? no, se ríe como liberado de la tensión de la tarde, me da un abrazo y se limpia con un pañuelo «Ay Manolo, muchas gracias por tu beso, eres grande, no te imaginas las satisfacciones que me das» No se a que se refiere pero le ha cambiado la cara ahora si que está feliz.


Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

0 ideas sobre “Un beso, por favor