He vendido mi moto y me he acercado al taller para las últimas gestiones y papeleo y para cobrar, claro esta. De vuelta en el coche oigo en la radio que existe una nueva polémica debida a que algunos restaurantes prohiben la entrada a los animales de compañía y a los niños. Y digo yo ¿donde estan esos restaurantes para ir a cenar allí? Pero nada, no han dado ni un nombre, los periodistas últimamente dan noticias pero no concretan, busco en internet y nada tampoco, que si existe una tendencia, que si ya ves tú, pero nada de concretar.
Será un defecto por la profesión que ya veo bastantes niños al cabo del día, será por que mis niños son mayores y se me ha olvidado o que me estoy haciendo un viejo gruñón, el caso es que cuando me dispongo a entrar a un restaurante, la cantidad de tiernos infantes a disfrutar durante la comida condiciona mi decisión de entrar o no en ese local.
Ir de cena de aniversario con tu señora y disfrutar de gritos, carreras, llantos y voces a tu alrededor, o intentar comer con unos amigos ya talluditos como nosotros y tener que entendernos a voces como si estuviéramos en una discoteca, no genera un ambiente relajado propicio al dialogo y el buen rollo.
¿Qué a ocurrido? ¿Me estoy haciendo mayor o es que cuando hablamos de peques todo vale?, «como es niño».
No, cuando se va a un restaurante con niños, no se va de pareja o con amigos, se va con niños y se les atiende. Se les presta atención y se les entretiene para que disfruten de la comida y de la reunión familiar, no tienen porque levantarse y correr para que nos dejen cenar en paz, no. No tienen porque comerse todo si va a haber bronca, no se les pide espinacas o pescado, hemos salido a disfrutar «todos». Los demás deben ser importantes en la vida de nuestros hijos, el respeto por las formas y las costumbres de los lugares públicos son importantes. Si se les quiere salvajes se les lleva al zoo. El problema una vez más, somos los padres, si no sabemos estar en público, no salimos.
Restaurantes sin niños, ¿tu que opinas? seguro que serán un éxito.
En Suiza es algo que lleva tiempo existiendo. Claro que allí comer en un restaurante te cuesta mínimo 30 euros por cabeza, así que entiendo que si vas a invitar a tu pareja a cenar, lo último que te apetece es tener que aguantar gritos de los niños de otros.
Claro, al final todo se resume en saber a que estamos. Si de parejas o de familia con niños. El niño merece su respeto y quiere sentirse como mínimo igual que los demás comensales, sino el protagonista, y lo de mandará haciéndose notar o dando por saco. Los padres si vamos a un sitio público restaurante, museo, iglesia o mezquita, o manifestación debemos tener claro que vamos tres o cuatro, no dos más un pequeñajo molesto e inevitable.
Muchas gracias por comentar.
Cuánta Razón!!
De acuerdo, con matices. Hay gente que quiere en los aviones etc que se vaya como si no hubiera niños, y hay veces que una rabieta es inevitable, que molesta, puedo entenderlo, pero tb. hay gente súper intransigente con el tema. De ahí, a que hagan lo que les dé la gana, pues no.
El tema es un poco dificil…. a mí si que me gustaría que hubiesen «reservados» para familias y espacios para parejas y amigos que quieren disfrutar de una velada tranquila. Tener quieto a un niño de casi 28 meses es muy dificil, y si se junta con amigos/ primos de edad similar, practicamente imposible. Salimos poco a cenar o comer por este motivo, y siempre vamos por fases, primero alargar lo máximo el tiempo que están en la mesa, después sacamos un poco hacia fuera las sillas y les dejamos con juguetes para que se entretengan (les encerramos disimuladamente entre mesa-sillas)… cuando se cansan empiezan a dar vueltas y miramos el reloj y lo que falta para el café…. la mayor parte de las ocasiones son comidas de compromiso (jubilación de algún familiar, celebraciones similares….). Con los amigos, siempre que podemos organizamos encuentros en casetas (casas de campo, tienen dos de ellos), o terrazas amplias, porque son muy pocos los bares que por espacio, o porque sacan mesas a la calle y no hay peligro con los coches, nos permiten estar y disfrutar de los peques. Yo nunca me he quejado del ruido de los niños, es más, me gusta que jueguen, aunque todo tiene un límite y a mí no me gusta molestar….
A mi no me gustan los restaurantes sin niños; será porque yo llevo una de 5 añitos :-). Pero estoy de acuerdo contigo en la parte final; si se va con niños se les atiende. Lo que no es de recibo es ver niños que mientras sus padres están tranquilamente sentados, sin hacerles el mínimo caso, están corriendo, chillando y molestando al resto de clientes del local. Si vas con niños, tú eres el que debes ocuparte de ellos. Yo creo que, una vez más, es más una cuestión de educación y convivencia que de prohibiciones. Y no vale la excusa de que como son niños pueden hacer lo que quieran.
Yo tengo un niño de 4 años y siempre hemos ido de restaurantes sin ningún problema, incluso a veces los camareros nos han felicitado. El truco está en elegir el restaurante pensando en que se va con un niño. No creo que los niños puedan hacer lo que les apetezca con la excusa de que son niños, creo que hay que educarles respetando a los demás, y gritar y correr entre las mesas mientras los camareros tienen que esquivarlos no me parece lo más adecuado. Los buenos hábitos en la mesa se adquieren en casa y si somos de los que vamos persiguiendo al niño con la cuchara por la casa en lugar de acostumbrarle a estar sentado no podemos plantearnos llevarle a un restaurante y que se comporte. En ese caso mejor quedarse en casa.
¿para cuando tiendas sin niños? son realmente molestos cuando se cuelan por debajo de la cortina del probador… Igual de molestos que sus padres; que o bien pasan o bien les gritan tanto como ellos. Cuando no existe educación no puede haber comprensión.
En cualquier caso la restricción de restaurantes sin niños me deja con la boca abierta. Dentro de poco sin ancianos, ¡que tosen!
Simplemente es cuestion de educación, a mi y amis 13 primos hemos ido todos los domingos a comer fuera y el que se portaba mal coyeja al canto y no nos moviamos, pero ahora eso es impensable, no vaya a ser que les creemos un trauma a los niños si le obligamos a dejar de de saltar y gritar, por todo el restaurante o por toda la tienda, esto añadido a que en muchos casos los padres pasan olimpicamente de sus hijos, es mas facil dejarles correr y saltar y gritar y hacer guerra de pedos, esto literalmente lo han echo delante de mi y de mis hijos, que los miraban alucinados. Eso si a mi me felicitan que buenos son tus hijos son tan paraditos, no simplemente son niños educados que mis buenos esfuerzos me ha costado, saben respetar el espacio ajeno y a las demás personas tanto en un restaurante como por al calle o en un parque infantil,pero eso supone esfuezo por parte de su padre y mio y claro no todo el mundo esta dispuesto a esforzarse.
Yo lo mas que he visto en una cafetería era una nota que decía por favor vigile a sus hijos esto no es un parque infantil. Ahora nos deberíamos de preguntar como estamos educando a nuestros hijos para que en muchos sitios no nos dejen entrar con ellos, que ya he oido alguna vez es que no puedo con él y el susodicho tenía 2 años¿ cuando tenga 15 que va a hacer esa madre?. ¿Dejarlo en asuntos sociales?
Mi hija mayor es especialmente movida, y tratar de tenerla controlada en todo momento ha sido tarea titanica hasta hace relativamente poco.
Asi que apenas hemos salido, porque odio los restaurantes con los niños corriendo y chillando. Todo tiene su momento y su lugar, y en ello hemos pretendido educarla.
Lo siento si es la unica del parque que no puede subirse a los bancos, o una de las unicas en la piscina que no juega con globos de agua (estan prohibidos, pero las mamas llevan bolsas inmensas para sus niños, mientras yo tengo que recoger trozos del cesped si quiero que mi bebe gatee)
Siento si parezco una bruja por obligar a la mayor a pedir permiso antes de levantarse de la mesa, y a recibirlo, claro. A cambio tambien tenemos en cuenta su capacidad de aguante, claro.
Por supuesto ahora que son pequeñas, me siento mas comoda en sitios familiares donde un llanto no destaque tanto…pero dejarles correr por el restaurante, siempre me ha molestado muchisimo en los demas, no voy a dejar que lo hagan las mias.
De toda la vida los niños pequeños comian aparte hasta que podian comer con y como adultos. Por algo sera.
Todos sabemos que hay restaurantes de un tipo a los que acudir con tu familia, y restaurantes de otro tipo a los que poder ir tranquilamente a cenar con tu pareja o amigos sin tenr que estar pendientes de tus niños o de otros. Yo sí que voto por restaurantes sin niños ni mascotas. Hay tiempo para todo.