Esta semana está siendo algo complicada, ya conté que además de la consulta, estoy haciendo un curso de tres horas diarias para aprender el nuevo programa AP-Madrid. Es el software con el que trabajamos en consulta los centros de salud de la comunidad de Madrid (de hay su nombre Atención Primaria – Madrid). Recalco esto porque los hospitales tienen otro, cada uno el suyo, esto es una torre de Babel donde cada uno habla con un soft diferente.
Para alguien apasionado por las nuevas tecnologías, los ordenadores, los botones y como dice mi cuñado, todo aquello que se pueda enchufar, me gusta hasta la minipimer, decía, que no supone un especial esfuerzo intelectual (en castizo esto es «tirarse el moco») pero sí de tiempo y de no comer en casa. La pizza del pueblo o los bocatas no están mal, pero debe ser por esto último que mi humor y mi hígado están un poco agriados. Así que ninguna decisión que tome en estos días debe ser valorada más que en este marco.
Todo esto viene a que hace algunos días me preguntaba en Twitter si un blog sanitario como este u otros parecidos, deberían tomar partido ante las elecciones locales y autonómicas de mayo. El blog es un órgano de expresión de un grupo o de una persona sobre un tema o sobre una inquietud, en mi blog estas opiniones están sometidas a un código deontológico médico y además avalado y sometido al HonCode que es un certificado de buenas conductas médicas en la red. Esto no quita para que ciñendose a las buenas prácticas se haga uso del medio para debatir, denunciar y comunicar posiciones sobre políticas concretas que nos afectan como servicio público sanitario. El compromiso con los clientes-lectores debe hacernos partícipes de nuestro entorno, explicando desde nuestro punto de vista y ajustado a la verdad cualquier suceso que fuere destacable. Pasar de puntillas sobre lo que nos rodea y debatir el sexo de los ángeles, nos haría estar fuera de la realidad y no es eso lo que busca este blog. Si algo me caracteriza es querer estar pegado al suelo constantemente sin divagar y llamando al pan, pan y al buen vino, vino. (el mal vino es otra cosa, pero no es vino).
Dicho lo cual y enmarcado en esta semana acelerada digo, que sin declarar mis afinidades, tomaré partido político ante las elecciones denunciando todo aquello que el actual gobierno de la Comunidad de Madrid haya hecho mal, nefasto o rematadamente mal y ensalzando el programa político de la oposición, con el único fin de conseguir un cambio de rumbo en la debacle sanitaria madrileña, con el cambio de sus dirigentes. Recuperando el cariño por lo público y no poniendo en venta lo que llaman la mejor sanidad del mundo, con el único fin de sacarle un buen precio. Para acabar, esto me recuerda a los mercados de ganado donde acude el gitano a vender el burro penco, vendiéndolo como si fuera un caballo de raza árabe. El problema es que el jamelgo se crea alazán.
Estoy de acuerdo.
Preocuparse por el funcionamiento de los servicios públicos también es hacer medicina
El problema no es el conocimiento de los programas.
Eso es verdad que se aprende en un rato:
El problema de los programas informáticos sanitarios son:
1º Se cuelgan más que yo cuelgo a los teleoperadores que intentan que me cambie de compañía de móviles constantemente.
2º Que los registros se hacen de la manera que al informático le viene en gana, y por tanto no se registra pensando en como registraría un sanitario un dato.
3º Que basándose en yo que sé historia te capan el acceso a INTERNET
4º Que hay quién tiene un tipo de acceso normal y otros «premium» que lo que persigue es vigilarte, cual «Gran Hermano».
Bueno, hablo del mío, el DIRAYA en Andalucía.
¿Qué dices al respecto del tuyo?
17 comunidades autónomas, y un montón de programas el Diraya (canalla) en Andalucía, Jara en Extremadura, Abucasis en Valencia, Ap-madrid, que dios les confunda, en la comunidad autónoma de Madrid, etc, Omi (Propietaria Stacks, recientemente comprada por una farmacéutica francesa) saliente en Madrid pero todavía en Aragón y Rioja, más Selene (de Siemens) en algunos hospitales. El manejo de DATOS con mayúsculas es poder, quien tiene datos tiene poder para decidir, los programas cuestan muchísimos millones y su desarrollo más, se invierten fortunas en tener cada uno su software que le proporcione conocimiento. Los programas se diseñan enfocados a la explotación de datos, no enfocados al paciente, ni siquiera al profesional, lo importante es conocer cuantos diabéticos existen, cuantos hipertensos, que fármacos se utilizan o se podrían promocionar en tal o cual zona etc..¿En manos de quien están esos datos? Pues donde va a ser, en grandes compañías ligadas a las grandes farmacéuticas, sino directamente por ellas. Las comunidades autónomas se echan en brazos de las compañías, malvendiendo nuestros datos y a veces sin darse ni cuenta de que se están quedando con el chocolate del loro.
Completamente de acuerdo.
Lo suyo sería un programa común entre primaria y hospitalaria que, además fuera el mismo en todas las distintas comunidades autónomas.
Que se pudiera entrar desde INTERNET.
Que pudieramos participar en su mejora.
Que los DATOS los saque independientemente de la forma es que los introduzcamos.
Que tuviera acceso a INTERNET y sirviera de ayuda en la consulta.
Que todos pudieramos sacar nuestros propios datos.
Pero entonces estaría bien hecho.
¡Pero si no somos capaces de ponermos de acuerdo en un calendario vacunacional único, como vamos a tener un programa informático único!
Un abrazo.
Quisiera comentar algo que se insinúa de refilón en tu post, y que últimamente me da algún que otro quebradero de cabeza… Ya está bien de ir por la vida a medias tintas! Hay que mojarse, implicarse en lo que uno hace, aunque eso signifique, a veces, tener que discrepar con quien no debes.
Por eso alabo tu «valentía» (porque resulta que ahora decir según qué cosas se califica así) por sacar ciertos temas.
Y decirte, aunque no te sirva de consuelo, que en todas partes cuecen habas…
Ahora que no nos oye nadie, cuenta Marta que es eso que insinúo de refilón. Porque si es lo de perder la Esperanza yo ya me he puesto a ello.
Llevo trabajando relativamente poco, según con quién me compare, claro, pero siempre tengo la duda filosófica de si sirve de algo enfrentarse a tus jefes cuando algo te parece que no se está haciendo bien. La experiencia no siempre te sirve, ya que a veces resulta positivo y otras veces no tanto… Desde hace unos meses ando otra vez con la misma duda filosófica. Y leyendo tu post, sobre si debes tratar ciertos temas o no en el blog, sin tú quererlo, me ha ayudado un poquito. Porque a veces, ver que no eres el único que se plantea ciertas cosas ayuda. Parece que no todo está perdido, y eso a mí, me da «Esperanza», je, je…