Transporte escolar


Empiezan hoy las guarderías y escuelas infantiles y en unos días se irán incorporando los más mayores. Esta nota solo quiere recordar que hay que volver, lo importante es ir al cole, da igual como. En autobús con Internet, en triciclo apiñado o andando varios kilómetros hasta la escuela. Qué las diferencias sociales no quiten posibilidades a los menores, la escuela los dignifica y les da la posibilidad de elegir de mayores. El trabajo y la explotación infantil los destruye y las guerras los pudren. Solo la cultura les hará libres.


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0 ideas sobre “Transporte escolar

  • Marisa Moya

    En 2007 había 72 millones de niños sin escolarizar.
    Si todo sigue igual, en 2015 habrá todavía 56 millones
    de niños privados de escuela.
    Un 54% aproximadamente de los niños sin escolarizar
    son niñas. En el África Subsahariana hay unos 12 millones
    de niñas que corren el riesgo de no ingresar nunca en una
    escuela. En el Yemen, un 80% de las niñas sin escolarizar
    nunca irán probablemente a la escuela, mientras que en
    el caso de los varones ese porcentaje se cifra en un 36%.
    La alfabetización sigue siendo uno de los objetivos de la
    educación a los que menos atención se presta. En efecto,
    en el mundo hay actualmente 759 millones de personas
    adultas que no saben leer ni escribir y dos tercios de ellas
    son mujeres.
    Millones de niños acaban la escuela sin haber adquirido
    los conocimientos básicos necesarios. En algunos países
    del África Subsahariana, la probabilidad de que los adultos
    jóvenes con cinco años de estudios sean analfabetos se
    cifra en un 40%. En Ecuador, Guatemala y la República
    Dominicana, menos de la mitad de los alumnos del tercer
    grado de primaria poseen competencias en lectura
    superiores a las más elementales.
    (Informe de Seguimiento de la EPT en el Mundo, 2010)
    …sin comentarios.

  • José

    La exclavitud infantil y otras desgracias desgraciadas sabemos que no es más que un subproducto de la globalización que defendemos ( esto lo puntualizaré más adelante ). Una familia empobrecida hasta límites que ni siquiera podemos imaginar, utiliza y obligan a sus hijos pequeños a trabajar largas jornadas por un salario absolutamente miserable, estoy seguro que esos padres quieren a sus hijos igual que yo a los mios y que lloran como lloraria yo al ver sufrir a mis hijos de hambre, pero toda la familia moriria de hambre si esos pequeños fuesen a la escuela en lugar de trabajar, como esta familia, sabemos que son miles, millones las repartidas por el tercer mundo.

    Ahora bien, ¿ estamos dispuestos a compartir nuestras riquezas con el resto de pobladores miserables del tercer mundo ? Cuando hablo de compartir riqueza no hablo de aportar 30 € al més a una ONG, si no que nuestros productos como la leche, los cereales, el tejido, el calzado y cientos de industrias entre en competencia con los productos del tercer mundo, bajando los precios de nuestros cereales, tejidos etc etc, empobreciendo a nuestros productores, a sus hijos y que estos no puedan vestir como visten ahora la ropa de marca ir a los colegios que queramos o que en Navidad no puedan tener los 18 regalos que tiene cada uno, que nosotros no podamos pagarnos nuestro seguro médico, tener el coche último modelo que anuncian, gastarnos 100 € en una cena o ir al teatro de vez en cuando y ya no hablemos de las vacaciones de verano…, ¿ estamos dispuestos a renunciar a todo esto por repartir nuestra riqueza ?

    Pues bien, dejémonos de hipocresia, podemos lamentar, llorar, gritar y manejar datos estadísticos como argumento de nuestra preocupación, esos niños que no están escolarizados por que están trabajando, es por que viven en un estado pobre donde vive gente pobre que a su vez tienen hijos pobres que trabajan miserablemente en factorias que conocemos perfectamente y que compramos sus productos.

    Estos Paises pobres, entre otros motivos por los que son pobres, es por que de forma arancelaria protegemos nuestros productos frente a los suyos, como el cereal africano. Son pobres por que nos encargamos de poner dirigentes corruptos en estos paises para favorecernos económicamente, y son pobres sobre todo por que la mayoria no vemos ni conocemos esto, si no que simplemente nos dejamos llevar y engañar.

    ¿ nos da pena estos niños exclavos ? SI, ¿ lamentamos la vida que llevan ? SI, ¿ sabemos que deberian estar escolarizados en lugar de trabajar ? SI, pero ¿ estamos dipuestos a cambiarlo ? ——– ( pon estas líneas tu respuesta )

    un saludo

    • José

      Por cierto se me olvidaba, todo este tinglao lo mantiene la codicia de los dirigentes que nos encargamos cada 4 años de darles nuestro voto, esto por mi parte si que os puedo decir que nunca lo han tenido.

      Pediros disculpas por este mitin pero este asunto me sensibiliza especialmente, yo mismo he estado en hogares, por llamarles de alguna manera donde hay niños que sus padres los han tenido que abandonar por una razón o por otra y se que tanto esos niños como mis hijos si no hubieramos tenido la suerte de que se cruzaran en nuestras vidas, hubieran terminado, por las calles, exclavizados o Dios sabe como.

      Saludos

  • jesus martinez

    Muchas gracias Marisa y José por los comentarios, claro que si tenéis toda la razón, pero mi entorno es muy reducido, mi radio de acción se aleja unos pocos kilómetros, la vista vista me alcanza muy poco y a ese entorno es el que dedico todos mis esfuerzos, mi labor no esta en acallar mi conciencia pública con una donativo que me puedo desgravar de hacienda, mi compromiso es mi entorno. Si un solo niño de mi pueblo se queda sin escuela porque tiene que ir a trabajar me sentiré fracasado, si un solo niño sufre porque las instituciones locales no hacemos lo que debemos, me sentiré condenado.
    Los grandes proyectos mundiales se los debo dejar a otros que tengan diferentes aspiraciones, a mi me gusta tener los pies en el suelo. Muchas gracias.

  • Marisa Moya

    ¿ Y por qué tienen que ser excluyentes ? Es imprescindible intentar conocer la realidad de tanta gente que no tiene los beneficios de los que disfrutamos nosotros, aunque sí tienen los mismos derechos, pero también exigirse personalmente coherencia en la actuación, es fácil hablar de «los pobres niños que mueren en África a consecuencia del hambre» pero difícil educar a nuestros hijos en la solidaridad, la generosidad, el respeto…