Día P, día de la pediatría 1


diapediatria

El día 8 de octubre se celebra el primer día P, es el día de la pediatría promocionado y auspiciado por la Asociación Española de Pediatría como reconocimiento y puesta en valor de nuestra profesión, a la que defiende.

El eslogan elegido es » El pediatra uno más de la familia» la primera impresión al leerlo, lo primero que me vino a la cabeza, fue «Ya, y unos cojones, lo que me faltaba» rápidamente lo olvidé. Luego con el paso de los días intenté ser positivo y pensar, bueno un día malo lo tiene cualquiera, el creativo ese día debía tener un mal día, no pasa nada y volví a olvidarlo. Y llegado el día de hoy que me siento a escribir mi artículo recupero mi memoria e intento cuadrar 500 palabras para referirme a tan significativo evento en el día que se festeja esta profesión que adoro.

Celebrar un día de la pediatría me parece todo un acierto que viene a reivindicar una profesión con problemas y en constante evolución. El titular es siempre el mismo; faltan pediatras, las consultas están masificadas y hay muchas zonas del país donde no hay pediatra y son atendidos por cualificados médicos de familia, esto no se si es bueno o malo en si mismo, pero como reinvindicación laboral está muy bien.

Pero si ampliamos el campo de visión probablemente llegaríamos a la conclusión que llegué en mi artículo del primer número del Huffington Post el día de su nacimiento digital «No faltan pediatras, sobran pacientes» y que posteriormente utilicé como prologo en mi libro El médico de mi hijo. Muchas son las consultas innecesarias que se hacen en pediatría, mucha preocupación de padres que les cuesta asumir su autonomía y responsabilidad en salud y prefieren delegar en un profesional cualificado. No son solo los padres los responsables, también las instituciones en general con campañas absurdas intentan quitar ese poder al ciudadano » no piense, consulte con su médico»

A este carro, al que ya estaba subido, vuelve a encaramarse la AEP con esta campaña que si bien es loable porque centra su foco en la atención primaria alejándose del hospitalocentrismo dominante, no deja de ser medicalizadora e inutilizadora para la población, la idea de meter un pediatra en su familia quita más autonomía a unos padres conscientemente anulados para que no tomen decisiones de salud y acudan sin haber pensado antes a pedir consejo para las más impensables tontinaderías a visitar al que ahora es su pariente.

No es el sitio del pediatra el ir de la mano de la familia, ni siquiera el ser amigo de ellos, debe ser un profesional cercano, amable, que escuche y empatice con la familia, disponible si, pero no primo o segundo padre. Jamás como cuñado que los cuñados en este país tienen un tinte siempre peyorativo.

Gracias a la AEP por pensar en la pediatría de atención primaria, gracias por dedicar un día a reivindicar nuestra profesión y nuestra pasión, pero igual que a nadie se le ocurre meter a un notario en su familia, ni siquiera a un abogado, ni a un enterrador, tampoco es el sitio de un pediatra.

 


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Una idea sobre “Día P, día de la pediatría

  • Roser

    Aún temo ir a ver a la enfermera: cada vez que vamos debo contarle lo bien que sigue mi hijo las pautas alimentarias que nos dió justo después de decirle que nosotros pensábamos hacer BLW. «Muy bien», nos dijo con una sonrisa, y siguió como si no hubiéramos dicho nada, «empezad con la fruta por las tardes, por ejemplo, sobre las cinco y luego el mes siguiente le introducís algo de verdura a eso de las doce».
    En cambio el pediatra es un amor y solo da soluciones cuando le planteamos algún problema (tres veces en 18 meses). En el resto de las visitas le comprueba la maquinaria (y probablemente la carrocería) y andando!