La maternidad: Una enfermedad crónica 1


Hace unos días una mujer comentaba en nuestro grupo de facebook el médico de mi hij@ «Doctor, soy una enferma crónica. Soy madre». Evidentemente me dió el titular para desarrollar una idea.

Las redes sociales y los espacios virtuales generan gran tránsito de información, profesionales en busca de sabiduría, enfermos en busca de solución, hipocondríacos buscando sin querer hallar, pacientes crónicos necesitados de apoyo. Pero sobre todos ellos el grupo más numeroso es el de mujeres en esa fase que va desde el embarazo al fin de la primera infancia, pasando por el preparto, parto y postparto, espacio de tiempo que damos en llamar maternidad.

Blogs, redes sociales, foros, grupos, charlas TeD, presentaciones y congresos virtuales, cualquier cosa que huela a información es buena, unas veces lo es y otras llevan a más confusión.

Cuando una persona sufre una enfermedad rara o simplemente crónica se siente desamparado, diferente, distinto a los demás, incomprendido, una veces anulado por los mimos de los que le rodean y otras despreciado y marginado. Entonces surge una solución: internet. Puede conseguir unirle a otra persona en su misma situación y con sus sentimientos únicos de soledad. Si además aparece otro y más tarde otro, se va formando una red de autocuidados que en los más de los casos estará guiada o moderada por alguien que aporta conocimientos, un comunity manager, un especialista médico o algún enfermero adiestrado.

Estas redes van cobrando cada vez más interés por los beneficios que objetivamente reportan a sus participantes, en forma de unión moral, de investigación, de presión ante las autoridades para no quedar fuera del sistema o de intercambio de apoyo social.

Esta sociedad ciudadana ha cambiado la forma de vivir, pasando de un medio semirrural donde la familia y el entorno lo eran todo, a la separación y soledad de la gran urbe con millones de personas solitarias. En el pueblo o pequeña ciudad, las dudas de crianza o incluso de salud elemental eran resueltas por la madre, por la abuela, por la conversación en tertulia. Era la tribu la que criaba. Hoy en día eso esta desapareciendo y la pareja de cualquier tipo, cuando se enfrenta a la maternidad se encuentra sola, como el enfermo recién diagnosticado de una enfermedad crónica e incurable. La maternidad no tiene cura y jamás la tendrá, ni siquiera un duelo rompe ese lazo, sino todo lo contrario lo acrecienta en la pena.

La madre sola ante tal diagnóstico busca información. ¿La vecina? No sé muy bien ni como se llama, ¿madre? vive lejos, ¿mi pareja? está más perdido que yo y además no parece estar en la misma onda.

Entonces, vuelve a aparecer internet, una búsqueda básica y aparecen miles de referencias sobre el asunto, sectas que inducen a volver al estilo siglo dieciocho, sectas prusianas, grupos naturistas y antinatura, charlatanes, gurús, vendedores de libros, cursos fraudulentos, aparataje de todo tipo con fines lucrativos, etc… ¿Cómo encontrar algo de interés? Un buen día alguien le habla de otras madres que piensan como ella y se junta, encuentran a más en su misma situación y con sus mismos intereses y sentimientos. Entonces se va formando una red de autocuidados y de información, en muchos casos esa red estará patrocinada o guiada o asesorada por alguien que aporta conocimiento: será un comunity manager, será un profesional pediatra, ginecólogo, enfermera, o acompañante, asesora de lactancia, docente, psicólogo, pedagogo, o simplemente madres que ya pasaron por eso. Pero me estoy repitiendo, es lo mismo que dije en el párrafo anterior sobre enfermos crónicos. Luego, si A es igual a B se confirma que la maternidad es una enfermedad crónica.

En este marco de necesidad de información de calidad y en el intento de generar algo de luz y debate, pediatras, maestros y familias se reunirán en Lleida para debatir sobre la infancia y las nuevas tecnologías el próximo 20 de octubre en el marco de Pediatic, una reunión de blogueros alrededor de la maternidad y la infancia.

Articulo publicado el 6 de octubre de 2012 en El Huffington Post


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Una idea sobre “La maternidad: Una enfermedad crónica

  • Tita

    Buen comentario el de tu mujer. Sin lugar a dudas, lo más difícil que he hecho en esta vida, y que sigo haciendo, es ser madre, así como mi pareja ser padre. No es pequeña la responsabilidad que como bien se dice, te cambia la vida, de criar y poner de pie a una persona recta, sana, sensata y en sus cabales en esta sociedad.

    Muy, muy difícil. Normal buscar compañeros de viaje, referencias, donde sea. A veces menos en los padres, como si tuviéramos un efecto rebote, como si no hubiéramos salido bien, decentes, preocupados por nuestro propio bienhacer para con nuestros propios hijos.

    En fin, gran post. Tiene razón tu mujer, un día nacen, y tú ya eres crónica para siempre!!

    Besos