Como soy yo el que publica en este blog es lógico pensar que lo que en él se dice, lo escribo con autoridad y sabiduría y que cuando falte, me apoyaré en lo que otros más sabios que yo opinan. Pero mi intención es dirigirme a los padres, a esos seres que a veces, solo a veces criticamos por novatos, correprisas, agobiados, faltos de decisiones, etc…..y muchos de los artículos o posts publicados pueden dar la impresión de crítica hacia ellos, nada más lejos de mi intención.
En los comentarios que siguen a cualquier post los lectores van dejando su sabiduria y su autoridad y claro en ellos parece, solo parece, que hay críticas a la pediatría en general y supongo que a mí como interlocutor. Frases sacadas de los comentarios como:
«Nos pides a los padres que seamos capaces de valorar una situación para la que realmente no tenemos formación, menos aún cuando se trata del primer hijo«,
«Y por qué parece que el sentido común se nos ha atrofiado en los últimos años? Por qué preguntamos cosas tan obvias, que desde luego mi madre no hubiera preguntado en su momento? Somos más hipocondriacos?? Sobreprotectores? No entiendo qué nos ha pasado, la verdad.»
«El problema muchas veces es que los papás terminamos con la cabeza como un bombo cuando se nos dan indicaciones contradictorias.»
Son frases entresacadas hay muchas más que os animo a leer porque es donde realmente está lo mejor de este blog.
Hay una crítica evidente, algo se está haciendo mal en pediatría, mala información, exceso de control, sobreprotección. Si repites mucho lo de consulte con su pediatra, pues al final parece que todo hay que consultarlo «¿y si lo hago mal?». Hemos pretendido tener una opinión pediátrica y sabia sobre cosas habituales y cotidianas quitando el poder que tenía a la abuela, a la madre y pasándoselo al PEDIATRA. Comidas, síntomas menores, baño, higiene, posturas, etc…
Esto da para otro post, pero ya será mañana……..
Chapeau por las reflexiones!!! y sí, tienes razón, parece que estamos a la defensiva en cada una de nuestras respuestas.
Perdón si mis frases han sonado a crítica, ahora, al releerlas, me doy cuenta que puede parecer que tus publicaciones nos ofenden y, en mi caso, nada más lejos de la realidad. Me gusta debatir y que la gente opine con criterio, al fin y al cabo eso nos enriquece a tod@s.
Me encanta la foto del post!!!
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Hola Jesús 🙂
Le estoy echando un vistacillo a tu blog a raíz de lo de la dieta blanda…
De entrada te diré que yo no soy muy de médicos (bueno, de House sí, pero sólo en la ficción) 🙂 tengo la sensación que de pequeña fui más veces de las que me tocaba y ahora intento ir lo menos posible. Y como dice un amigo mío, médico, en un centro de salud, si vas sano, lo único que puedes acabar pillando es una enfermedad.
Me gustan las cosas que te leo como pediatra. Como yo no soy muy de médicos para mi, para mi hijo tampoco. Afortunadamente, hasta ahora (dos años) ha gozado de una salud de hierro, y sólo hemos necesitado ir a las revisiones de rutina, y en una ocasión por un catarrillo.
Creo que la gente debería entender que los pediatras son médicos de niños, y no oráculos, ni tutores de crianza. Yo voy a mi pediatra si mi hijo tiene síntomas claros y prolongados (o súbitos y graves) de que algo no va bien. Pero por unos moquillos, o una simple diarrea, pues como que no. Y a pedir consejos sobre sueño o alimentación… pues tampoco, la verdad. A la hora de la alimentación complementaria básicamente vine a hacer lo que tú comentas en el post acerca de lo mismo (pasando bastante de la fotocopia que tocaba en nuestro turno de nuestro centro de salud). Y es que no sé, a algunas cosas sólo hay que echarles un poco de sentido común y ya está…
En lo que ya no estamos tan de acuerdo es en lo de los lloros de los bebés, pero bueno, no se puede estar de acuerdo en todo, imagino.
Un saludo, y felicidades por tu blog
«pediatras son médicos de niños, y no oráculos, ni tutores de crianza.» Esta frase me la guardo, Caro, con tu permiso.
🙂 🙂 🙂