¡Que le hagan pruebas! 9


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«Buenas doctor vengo a que le hagan pruebas a mi niño, no le veo bien» Esta es una entrada en consulta  frecuente, que tiene una fácil solución: Te invistes de modelo Dr. House, el de la serie televisiva y le pides todo tipo de pruebas incluso para el Lupus, que luego nunca es, y te quedas tan a gusto, radiografías, ecografías, electros, analítica de todo hasta que no le quede sangre, también de orina y heces. Y entonces ya puedes decir, venga cuando tenga todos los resultados y hablamos….consulta solucionada en 30 segundos, ¡el siguiente!

O bien, la más respetuosa con el niño y con la madre y hasta con nosotros mismos, donde te acomodas al asiento, y dices, «veamos, que es lo que no le ve bien» y empieza entonces una preciosa consulta donde revisaremos lo que le pasa al niño y sobre todo, qué piensa la madre que le pasa al niño. Debo reconocer que es una de esas consultas que me gustan especialmente, sobre todo porque denota que la mamá ha llegado a un punto de desesperación, algo no va bien, no sabe muy bien el qué, pero algo está ocurriendo que no funciona adecuadamente, y si al final de la consulta conseguimos encontrar cual era el problema, habremos enfocado mucho mejor la cuestión y reduciremos el catálogo de pruebas a realizar o incluso entenderemos que no serán necesarias.

Ponía el ejemplo del Dr. House pero no hay que irse a la tele para ver que muchas veces en nuestro entorno se da esa misma situación, acudes a urgencias por un cuadro menor y no es raro que salgas con un análisis, una radiografía o algo más agresivo si el que nos está explorando no lo ve claro. ¿Cuantas pruebas son necesarias?¿Hasta donde hay que llegar para conseguir un diagnostico? ¿Nos vale con saber que no tienen nada malo y que se quitará solo en unos días o necesitamos poner nombre a ese virus catarral mandando una prueba complicadísima al centro de virología de Massachusetts?

Al fin y al cabo el realizar pruebas es un síntoma de inseguridad, por parte del profesional y por parte de los padres, me explico: Un pediatra te pedirá pruebas para tu hijo cuando dude de lo que tiene o cuando quiera confirmar lo que supone que tiene, por ejemplo: si has auscultado una bronquiolitis es absurdo pedir radiografías inútilmente, ya lo sabes; si dudas si hay neumonía o no, pides un radiografía, si ya has oído la neumonía no hay por que pedir radiografía, ya lo sabes; si dudas si hay anemia pides un análisis, pero si estás seguro de lo que tiene o de lo que no tiene no hay porque pinchar o radiar a un crío.

Pero en las madres también hay dudas, siempre hay dudas y eso no es malo en si mismo, porque dudamos aprendemos. El problema está en quien confiamos, si confiamos en nosotros y en la sensibilidad de los labios no necesitamos medir para saber si tiene fiebre, con besar su frente lo sabemos fijo, pero si dudamos le pondremos el termómetro. Pues igual ocurre con las pruebas que pedía la madre del artículo, ¡Qué le hagan pruebas! ¿Cuales? No se, las que sean, pero que le den seguridad, que vea en un papel escrito, en un informe, que ponga que el niño está bien. Los padres no quieren hacer pruebas por hacer, sin ton ni son, los padres no quieren pasar por el mal trago de exploraciones y agresiones al peque, lo que quieren es que alguien les de la seguridad de que no hay enfermedad, de que alguien les explique que la evolución de su hijo es la adecuada. Meterse en pruebas muchas veces puede llevar a un camino sin retorno mientras que alguien no llegue en un momento a decir «su hijo está sano» Esa es la frase que todos queremos oír, en el peor de los casos, «su hijo tiene esta enfermedad, evolucionará así y tenemos este remedio para sanarlo» Con firmeza, seguridad y respeto.

Para calmar nuestras dudas no necesitamos ver un informe completo, necesitamos que alguien nos las resuelva.

La labor del profesional, del pediatra o de la enfermera será aportar esa tranquilidad, esa seguridad que la madre ha perdido, y no siempre pinchar o radiar al niño será lo mejor, a veces, lo más frecuente es que con información de calidad, sin paternalismos, con empatía, escuchando lo que agobia a esa madre o padre podremos tranquilizar y sin pruebas convencer que su peque es una flor y que está sano, sanote.

 


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9 ideas sobre “¡Que le hagan pruebas!

  • Roser

    Yo cuando entro al pediatra lo que digo es: «vengo a que me diga que soy una exagerada y que está bien». Porque a veces lo llevo, creyendo que está bien, pero con miedo de equivocarme. Porque los otros niños tienen otitis, bronquiolitis… y los míos solo pillan resfriados. Y una se pregunta… «y si estoy despreciando los síntomas?»

  • Brândușa

    Hace unos días me he ido con mi bebé a urgencias, por una erupción cutánea después de 8 días de ponerle la vacuna de la varicela. El pediatra de alli me dijo que tiene el Herpes Zoster, todo esto sin tocarle o mirarle de cerca…. Resulta que no era verdad, pero como no le he hecho ninguna prueba en el momento…. El día siguiente me he ido ha su pediatra y con calma y seguridad me explico lo que tenía. Hay pediatras y pediatras….

  • Alicia

    Pues a mí esta historia me suena yo llevando a mi pequeño al pediatra porque sé que le pasa algo y el pediatra venga a insistir en que a mi hijo no le pasaba nada que estuviera tranquila que eran los dientes que le hacían rabiar y yo vuelta a llevarle porque aquello no era normal, a las dos semanas decidí llevarle a Urgencias y en cuanto les expliqué supieron que algo le pasaba, unas cuantas pruebas y confirmado, un tumor cerebral, si llego a esperar más mi hijo muere de un derrame o ya no hubiera sido operable, qué le parece esto? Se lo explicaron en las clases de cómo calmar a madres histéricas? Los pediatras solo saben tratar mocos y fiebres, si tu hijo no tiene ninguna de estas dos cosas y sabes que le pasa algo, llévale a que le hagan pruebas, las madres sí tenemos instinto e intuición y sabemos cuando nuestros hijos no están bien porque convivimos con ellos, el pediatra los ve 5 minutos cada mes como mucho, lo siento tenía que contarlo o reventaba.

    • Roser

      Ostras, Alicia! De veras acabó todo en un susto?

      Si has leído algo más en este blog sabrás que el Dr. está de acuerdo contigo. Precisamente su tesis suele ser que los padres vamos demasiado a los pediatras y que deberíamos fiarnos más de nuestra intuición.

      Un beso enorme para ti, me voy a abrazar a mis hijos, que me has dejado mal cuerpo!

  • Nuria

    Acabo de leer este artículo y me ha encantado 🙂 . Me encantaría compartirlo en redes me temo que más de uno te iba a comer vivo por la alusión al lupus jeje (el tema del humor y esas cosas son delicadas y mejor no tentar a la suerte).

    Además de encantarme por la visión que das del profesional, quiero darte las gracias porque no he parado de sonreír. Al nombrar el lupus y ser tú pediatra no he podido evitar acordarme del largo proceso de mi diagnóstico. La verdad es que ese instinto del que hablas de los padres es único. Fue lo que, quizá (nunca lo sabremos), ha hecho que hoy esté viva y sana (dentro de lo que cabe!).

    Y, desde aquí, gracias a todos los profesionales (incluido, por supuesto el pediatra) por cuidar me mí siempre. Sois maravillosos. Un beso!

    • Jesús Martínez Autor

      Para eso está para ser compartido. Espero no haberte incomodado con lo del lupus, es un tópico ya, al menos las tres primeras temporadas de House en el minuto 10 se ofrecía como diagnóstico posible el lupus fueran cuales fueran los sintomas. Al final nunca era.
      En la carrera de medicina el lupus era un hueso duro porque aparecía por todos lados y en todas las asignaturas por su plurisintomatologia.

      • Nuria

        Al revés, Jesús, me ha encantado!!!!! Porque, de verdad, me ha llevado a mi niñez y me ha emocionado. Aunque les he dado mil veces las gracias a mis padres por hacer todo lo que han hecho siempre por mí, tu artículo me ha hecho sentir el impulso de llamarlos y hacerlo una vez más :-).

        Lo de House… Es que todo puede ser lupus! Tenéis un papel muy complicado, la verdad, al evaluar a cada paciente, cada síntoma… Y tener que decidir sobre algo tan importante como la salud de una persona. Cada día valoro más a cada profesional sanitario (no sólo a los médicos), sino nuestro gran sistema de salud.

        Un beso enorme y, sí, los lupus somos todo un reto! 😉

  • Susana

    Saludos!
    Yo vivo en el extranjero (Eslovenia) y aquí, cada vez que el nino va al médico, le hacen un análisis de sangre. Le han pinchado tantas veces que ya he perdido la cuenta. Es muy difícil encontrar un pediatra decente, no hay opciones donde elegir, ya que prácticamente no hay medicina privada. Vas al que te toca, en el ambulatorio asignado por la zona de residencia y, si quieres cambiar, poco más que hace falta una orden judicial. Resumiendo, mi hijo tiene 7 anos y hasta los 6 estuvo constantemente enfermo, con convulsiones febriles hasta los 5. Nunca fueron cosas graves: catarros, adenovirus, enterovirus, gripe… al médico lo llevamos cuando lleva 4 o más días con fiebre muy alta o, cuando tiene fiebre altísima ya el primer día y está muy mal (no habla, está aletargado,etc). No somos padres alarmistas. La pediatra ya metió la pata varias veces: le recetó antihistamínicos para la tos, alegando que es alérgico, y las pastillas eran para adultos (menos mal que en la farmacia son muy profesionales y me avisaron). Otra vez le recetó un antibiótico para ninos de hasta 18 kg (él pesa 23). Si no se equivoca, y se equivoca cuando tiene un mal día y apenas lo mira, entonces exagera. Para ella 4 días de fiebre sin síntomas no puede ser un virus, entonces le manda un análisis. Y si al quinto día aún tiene fiebre le pincha otra vez. Y el sexto. Después de tantísimo tiempo yendo al médico acabo de enterarme de que hay virus que dan fiebre mś de una semana y que no hace falta sacar sangre a diario. Otras veces va con signos claros de amigdalitis y se niega a hacer la prueba del estreptococo porque «le han extirpado las amígdalas, ergo, es imposible que tenga estreptococo». Bueno, pues con amígdalas o sin ellas, tuvo 4 escarlatinas y 2 amigdalitis en dos anos. Y gracias a que insistí en que le hicieran la prueba del estreptococo, la del bastoncillo, ganándome comentarios como «madre histérica» cuando al final tenía yo razón.

    Aquí el análisis de sangre se hace en casi todas las consultas. Todos los ninos de la sala de espera van a ser pinchados. Hasta los que van con síntomas catarrales. Y si en el historial aparecen las convulsiones entonces preparan un arsenal de pruebas para cubrirse las espaldas. Así que en este país sucede un poco lo contrario. Los padres somos reacios a llevar a los hijos al pediatra porque sabemos que les esperan múltples pruebas o múltiple medicación. Solamente he conocido un par de pediatras decentes, los dos trabajan en el hospital universitario, donde se quedan los que valen de verdad. En nuestro ambulatorio están los que ningún padre desea encontrar en un momento tan angustioso como la enfermedad de un hijo.