Los leotardos


Desconozco la historia de los leotardos pero confío que sean anteriores al uso que hacen de ellos los superheroes. Ponerse los calzoncillos encima de los leotardos como hizo en su tiempo superman ha sido imitado hasta la saciedad. No creo que sea sano.

En nuestros días nuestros superheroes infantiles, es decir nuestros hijos cuando van a la escuela infantil, han adoptado el uso de leotardos. Ahora los llevan encima del pañal y del body, camiseta que se abrocha por de bajo del culo y que frecuentemente roza con los corchetes que porta.

Por encima de los leotardos gruesos y pretos se colocan los pantalones, que como son para el invierno se deben de llevar gruesos también, a poder ser de pana aunque esté de capa caída, después de que la pana socialista fuera sobreutilizada en los años ochenta.

En el mejor de los casos son entre 5 y 7 cm en cuatro capas, una de aislante plástico y celulósico y tres más de algodón, lana y pana, digo en el mejor de los casos porque habrá que añadir la humedad y pastosidad generada por las emisiones naturales del bebé, que al salir con el calor corporal interno contribuyen a aumentar la temperatura de la zona. De esta forma se consigue una atmosfera calurosa e irrespirable donde la dermis y epidermis sufren un azote térmico.

La zona a abrigar es especial sobre todo en los niños, la bolsa escrotal así llamada, alberga los dos testículos y además está el pene infantil, organos que en un futuro pretenden ser reproductores y que en contra de lo que ocurre en las niñas son organos externos. ¿Por qué son externos?¿Qué necesidad hay de llevarlos colgando? Pues muy sencillo, la temperatura interna del abdomen es alta y los testículos para funcionar correctamente necesitan menos temperatura y el homo sapiens y seguro antes los neandertales o incluso el homo antecesor descubrió que llevandolos al aire y más fresquitos se reproducía mejor. Hemos olvidado lo aprendido en los ancestros y nuestra cultura milenaria se agosta.

Con la imagen de superman en calzoncillos y con esos leotardos entallados, seguro que a algún conspirador vendedor de remedios para la esterilidad y el hipofuncionamiento masculino, ideó el uso de los leotardos en la más tierna infancia, con el fin de sobrecalentar una zona que debería ir fresca para su buen uso.

En los niños y niñas más mayorcitos la superposición de capas es un claro impedimento para su autonomía y capacidad de vestimenta rápida ante emergencias evacuatorias. Creo que los leotrardos son un arma de destrucción de nuestra especie, ideada por algún malvado paranoico que intenta aniquilarnos produciendo una especie esteril y comenzando con los más pequeños e indefensos de la especie, que no tienen la capacidad de revelarse e indignarse gritando a los cuatro vientos.

¡¡¡No a los leotardos, no a los verdugos !!!

¿Donde esta el defensor del menor en estos casos?


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0 ideas sobre “Los leotardos

  • Maria José

    me he visto reflejada. De pequeña me revelaba contra los leotardos… que siempre se caían y los llevaba «mediocolgando»… y de mayor me he vuelto la bruja piruja que le pone leotardos a su hijo para que no se le enfrien las piernas mientras gatea… Menos mal que su educadora es una santa que me educa a mi y me ha enseñado que no los necesita. Solo los hemos usado 2 veces…. ahora lleva calcetines largos hasta la rodilla… ¡¡es un avance!! jajajaja

  • Helena Salazar

    Pues yo he de reconocer que nunca se los he puesto, ni siquiera para su bautizo en pleno febrero y con pantalón corto, jajaja (vivan los scouts!!!).
    Ahora, eso sí, para este invierno me lo empezaba aplantear… me han dejado unos pantalones cortos de vestir y me da un poco de apuro llevarlo con calcetines largos, había pensado ponerle leotardos, pero es que nunca me han convencido (ni antes ni ahora) Yo me ponía varias capas, pero sólo para ir a la nieve, que soy friolera por naturaleza!!!

  • Inés Bajo

    Jaja! Me ha encantado la entrada (cómo no!) Mi hermana lleva a mis sobrinos en plan «Cuéntame», vamos, pantalón corto y calcetines largos (al cole no que van con uniforme). Dice que le gusta que vayan así por la calle, que como corren pasan calor. También es cierto que viven en Valencia, habría que verles al Norte!

    Yo he visto niños en la consulta que no se pueden ni mover de la de capas que llevan encima!! ¿me volveré yo también «loca» con mis hijos cuando sea madre? Es probable….

  • Marisa Moya

    Has escrito «escuela infantil» y sabes muy bien cuando lo utilizas y para qué. El lenguaje tiene un peso específico muy importante en nuestra forma de conceptuar y por ende de actuar. Sabes que no es nueva mi reivindicación del término «escuela», aunque algún amigo tuyo se lo tome a chirigota y nos llame «universidad». La verdad es que nuestra tarea tiene mayor trascendencia que la del docente universitario.
    Y también sabes de cómo las escuelas cargamos con el lastre de «ese sitio donde no me queda más remedio que dejarlo», es decir «guardería», ese sitio que no es beneficioso para el chico sino imprescindible e irremediable por la situación laboral/familiar de los padres, en especial, la madre. Y al que debe acudir pertrecho de defensas porque no está su mamá y ¡vamos a ver cómo se defiende de los mil peligros que le van a acechar! Freud haría «el agosto». Y la verdad es que yo, aunque suene mal, algunas mañanas me entretengo observando las reacciones y comportamientos de las familias.
    Ese taponar bocas con chupetes fuera de edad, esos objetos transicionales ofrecidos a pesar de la no necesidad, esas alimentaciones curiosas «por si acaso»… y diréis pues es que hay que informar a los padres… no creáis que es fácil.
    En la primera ocasión que recuerdas a una madre que ella no lleva cuatro capas de ropa y que además su chico necesita gatear, arrastrarse, subir, trepar… te mira atenta, escrutadora. Mezclando la reflexión con una duda resistente, permanente, constante ¿quién va a saber lo que es mejor para mi hijo, pobrecito, tiene que quedar aquí, en la guarde, sin mi? Y un instinto, este si que es ancestral, de protección (para mi gusto irreflexiva) se apodera de la situación. Por supuesto, cuando ves que tu orientación ha caído en saco roto, piensas «bueno es natural, tranquilidad, lo importante es el niño y retomas».
    Ya esta segunda vez, en cuanto sacas los temas, ves como los músculos de la cara se tensan. En realidad, te están diciendo, «no te empeñes, aunque esté en la guarde, soy su madre y hago lo mejor para él». una especie de «guerra silenciosa» flota en el ambiente.
    Yo, como llevo muchos años, de vez en cuando les digo a mis chicos «no sabéis la suerte que tenéis por habernos conocido». Ellos, si que saben que no están en «la guarde» que «la escuela» es un sitio seguro, que intenta optimizar condiciones para que su crecimiento sea saludable… no tiene mérito, esa es nuestra obligación y nuestra labor. Dejar de comentar, informar, orientar sobre lo que necesita y es bueno para el niño sería una falta grave de ética profesional. Pero no creáis que resulta fácil…
    Y a pesar de lo serio que es mi comentario tengo que decir que me he reído hasta llorar… no sé si por lo cotidiano de la situación, lo difícil que resulta encontrar soluciones o por lo bien que lo has descrito…

  • Tita

    No recuerdo más asfixia que los leotardos bajo los pantalones. Ni más angustia al cuello que el verdugo.

    Me niego a comprar verdugo a mis hijas, y los leotardos solo de bonito, con vestido, esporádicamente ¡y eso que son niñas!

    Respectdo a abrigarles tanto…vivimos en un sitio que cuando hace «fresquito» es de hielo, y bajo cero. Y me niego a ponerles la burbuja en el carro, salvo que llueva.

    Mi vecina siempre abrigó para mi gusto demasiado a su hija. Y lo coge todo…no sé si tendrá que ver.

  • martucha

    Yo para la guarde uso de referencia a su profe, y como la veo que va fresquita, nunca le he puesto debajo del chandal leotardos porque creo que le daría algo. Y debajo del jersey un body de manga corta. Lo dicho, la mejor referencia l@s profes, tanto de guarde como de cole.
    Pero en el parque, con mucho frío veo a niños con pantalón corto y calcetines y media pierna al aire, mientras los papis y mamis llevan o pantalón o falda con medias, me gustaría verlos con la pantorrilla al aire como a los niños…

  • Sandra

    Los leotardos vale, pero sí a los verdugos. Que por la mañana cuando salen a la guarde o al cole hace muchíiiisimo frío. Y no haces más que oír toses y toses y toses y las mamás preocuponas sufrimos más aún si los niños van poco abrigados.

  • Helena P.

    Nueva en el blog. Recién descubierto. Me encanta. He llorado con algun post, he sonreído sin límites con muchos y hasta he soltado carcajadas con algun otro (bastantes) … Gracias por tu clarividencia!!! es muy necesaria….
    Y curiosamente, en estos días, no especialemente fríos en el Mediterráneo, he visitado un pacientito que superó con creces el número de capas hasta el momento vistas…..NUEVE CAPAS!!!! sí: 9!!!. Hasta ese día había visto entre 5-6 capas, pero nunca tamaña cantidad.
    Como todos, yo les llamo también los «niños cebolla». Las madres se ríen de la ocurrencia, y yo me río con ellas, aunque después refunfuño un poco cuando me dicen : es que tiene fieble, doctola….!!! aiiiii!!!!