Hoy he pasado el día con amigos pediatras, no pediatras y blogueros de variadas especies, en la Jornada Medes de la fundación Lilly. El tema era la Web 2.0 y la medicina en español. Medes es una gran base de datos de artículos médicos que aglutina revistas de gran prestigio, vamos, una de las fuentes de donde los médicos bebemos para intentar aprender algo. El mundo editorial está cambiando y ahora las revistas digitales como Evidencias en Pediatría de codirige mi fotografiado amigo J. Cristobal Buñuel bloguero, tuitero y maestro en cualquier medio que suene a redes sociales, están demostrando que hay otros medios de comunicación que piden paso, grandes revistas están ya en la red y permiten una comunicación fluída y rápida con los autores y con el mundo. Y allí estábamos nosotros con la sensación de intentar abrir los ojos a ratones de biblioteca. Gran organización también de Javier Gonzalez de Dios el otro fotografiado, este publica entre otras cosas unos artículos semanales sobre cine y pediatría, gran aficionado, comenta películas que tienen algo que ver con la infancia en cualquiera de sus sentidos.
¿Qué saqué en claro aparte de lo puramente relacional? Pues que seguimos con mucha ilusión en la brecha, intentando «evangelizar» a muchos compañeros que todavía son analfabetos digitales, que somos muy pocos pero que creceremos exponencialmente y sobre todo que hay que tener muy claro ¿qué hacemos y por qué lo hacemos?.
Habilidades en redes sociales en la población general se dice que solo las poseen un 13% de la población, otro 16% se maneja bien el ordenador pero hay un 23% que no tiene ni idea y además no quiere tenerla. Las encuestas más optimistas hablan de que blogs como este mío es seguido por un 7% de tu población diana. Entonces ¿para que vale esto, si además esas personas que se manejan en las redes sociales, son las personas sanas que no necesitan de un médico? Es la ley de cuidados inversos, se presta más atención a quien la demanda y no suele ser el que la necesita.
Mi postura es conocida, ¿Por qué tengo un blog? ¿Por qué me comunico con mis pacientes por correo electrónico? Para conseguir que esa población que tiene dudas, que está interesada y que conoce otras vías de comunicación, no acuda a la consulta masificada y deje tiempo para poder dedicarlo al que realmente lo necesita, al enfermo crónico o al necesitado.
Jesús, que el nombre de la revista es «Evidencias en Pediatría» ! 🙂
Un abrazo
Upppps, corregido en el original. El enlace por lo menos estaba bien. Y la gran calidad de la revista sigue inalterada a pesar de mi torpeza.
Jesús, … y porque nos encanta nuestro trabajo y mejorar dia a dia el servicio que damos.
O sea que los que somos fan de tu blog y tu consulta online, somos unos sanos hinchapelotas que los pediatras atajan nuestras consultas por e.mail para no tener que vernos la cara! jejeje… Es broma. Ojalá se «oficializara» esta manera de consulta en todas las áreas médicas, ahorrarían mucho tiempo médicos y pacientes. Un abrazo Jesús!!
Jesus, tú que estas al día en estas jornadas/reuniones, me podrías decir que se opina de la conservación de la sangre del cordón umbilical y si es posible me gustaría que escribieses algo de este tema yo conserve la de mi primera hija y ahora pienso hacerlo con la segunda pero veo que aún hay mucho desconocimiento con el tema. Aun que eres el Pediatra de mi hija aun no te conocemos ya que hace mucho que esta como una manzana (toco madera). Mil gracias.
El concepto del banco de cordón umbilical es un concepto a mi entender solidario y público, si mucha gente conservara en un macrobanco público los cordones, a la hora de necesitarlos se podrían utilizar por cualquiera como ya ocurre con la organización de transplantes. Enfermedades de la sangre como leucemias u otras donde se están investigando las llamadas células madre, tendrían un gran campo de acción. Otra cosa son los bancos privados donde yo conservo el cordón de mi niño para el solito, por si en un futuro lo pudiera necesitar, solo él, para eso pago un dineral, la empresa hace un gran negocio y si lo necesito, ojalá que no, dentro de 10 o 15 años puede haber alguna posibilidad de que esten todavía bien. No sé, lo privado huele a negocio, el banco público a investigación.
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