Jálogüin, costumbres bárbaras


El culto a los muertos en las diferentes culturas se caracteriza según que lugar, por ser una ceremonia lúgubre, festiva u hortera. No quiero yo ponderar la conmemoración de los fieles difuntos de la más pura y rancia tradición española, con la emisión del D. Juan Tenorio de Zorrilla en su enésima versión televisiva, pero importar tradiciones sajonas consumistas tampoco me parece adecuado.
Viviremos estos días noticias como los bailes y cánticos mexicanos en su día de muertos fiesta de origen prehispánico. La celebración del Día de Todos los Santos convierte los cementerios de Filipinas en una gran fiesta en la que no faltan enormes cantidades de alcohol, encarnizadas partidas de póker e incluso competiciones de karaoke. Los chinos recuerdan a sus muertos el 5 de abril, «Día de Barrer las Tumbas». Cada pueblo o cada cultura lo celebra a su gusto, nosotros o el corte ingles, no sé quien, hemos importado festividades horteras donde las haya y consumistas.

«El Día de los embobados, digo de los enamorados» «Hallowen,  dígase Jálogüin» y ya el remate «El día del gordo obeso y borracho, papá noel» De papá noel ya hablé en su momento, de los corazoncitos mejor no hablar, hoy nos centramos en los muertos, o mejor en los no muertos, fantasmas, zombis, caracalabazas y todo tipo de mamarrachadas para hacer una fiesta donde lo importante es comprar cosas, disfraces, golosinas y todo tipo de aditamentos horrorosos para poder parecer lo mas…….eso, lo más.

Historias espeluznantes recorren el mundo anglosajón y ahora nosotros abducidos por modas extrañas a nuestro saber patrio, borrachos de poder de adquisición, nos lanzamos a comprar un hacha para ponernosla en la cabeza o unos dientes de vampiro o yo que sé que suerte de aberraciones.

Pero no os preocupéis, que dentro de poco llega la Navidad, no os gastéis todo ahora, que la vorágine consumista solo acaba de empezar.


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0 ideas sobre “Jálogüin, costumbres bárbaras

  • ana

    Bueno, tampoco hay que ponerse así. A mí tampoco me gusta Haloween, pero si los niños se los pasan bien… pues bueno, adelante, sin entrar nada de nada en el significado de la «fiesta», es una excusa más bien. Tengo vestidos de bruja, calabaza y fantasma heredados de amigas y primas, así que si mis hijas quieren las disfrazaré este fin de semana y les compraré alguna chuche. Lo de los niños, lo tolero. Lo que puede conmigo son los adultos disfrazados… uff…