Estoy en una encrucijada, la vida de un niño es complicada, con once años casi doce mi vida se está empezando a hcer difícil. Llevo toda mi existencia asistiendo casi 12 horas diarias al colegio, entre clases y extraescolares mi actividad se va multiplicando en los últimos años. Ahora además a la vuelta de clase a mediodía tengo que encargarme de comprar el pan y hacer algún recado en el super, que sí, que vale, que esta cerca, pero me molesta. Tengo que limpiar de hojas el césped los domingos, hacer mi cama, colocar la ropa en la lavadora y más de un día tenderla o quitarla de la cuerda, pasar el polvo de mi habitación, la aspiradora y mantener ordenado el cuarto, quitar del salón mis cosas y sacar al perro, ¡ah no! que no tenemos perro. Buff me agobio.
Deberes, entrenamiento, lecturas incompresibles y atorrantes, dibujos para presentar, colaboraciones y trabajos online, que en mi cole son muy modernos y podría seguir con mis obligaciones durante un buen rato.
Si hablamos de prohibiciones tampoco acabo, no puedo salir con amigotes a partir de las nueve hora de cenar, no puedo ir al pueblo de al lado a ver una medio novia porque el autobús no es seguro, prohibido beber, prohibido fumar que me parece muy bien pero me joroba que me lo prohíban. No tengo móvil, no puedo tener cuenta de tuenti, no digamos ya de facebook o google+ para poder seguir a los gurús del 2.0.
Tienes que mostrarte como mayor porque con doce años hay que dar una imagen, puedes tener obligaciones como los mayores, pero si me quejo soy un pequeñajo. ¿Donde están los beneficios de ser mayor?.
¿Soy mayor o soy pequeño? que alguien me lo explique.
A mi me agobia sólo leer las tareas que tiene Manolo.
Y además, no creo que haya muchos así hoy en día, con tantas obligaciones y restricciones.
Es un mundo ideal este de Manolo, no?