Comienza la campaña de la vacunación antigripal, como todos las años vuelve por navidad, digo por octubre. La vacuna recomendada este año es exactamente la misma que se puso el año pasado, un mezcla de gripe A y dos cepas no A. Se recomienda a personas mayores de 65 y aquellas personas en las que pasar una gripe podría desencadenar un problema grave.

La vacuna de la gripe no vale para los catarros, ni bronquitis ni bronquiolitis, solo para la gripe cuando llegue la epidemia.

En los niños, que es de lo que yo entiendo un poco, no mucho, se recomienda igualmente a los que no pueden pasar una gripe, es decir cardiópatas (si, si hay niños con problemas de corazón), asmáticos moderados-graves (no para las bronquiolitis insisto) y diabéticos. Para los demás yo no voy a recomendar su vacunación, porque una gripe deja inmunidad adquirida para ese tipo prácticamente de por vida y si nos vacunamos y no la pasamos la inmunidad se agota en unos meses teniendo que vacunarse todos los años. Insisto y pongo mucho énfasis en que hablamos de niños sanos.

Cual es la postura «oficial» la podéis ver en un completo documento que ha publicado el comite asesor de vacunas de la asociación española de pediatría y que podéis enlazar aquí.

También os dejo una opinión contraria, la del doctor Juan Gérvas y su grupo el equipo cesca, fundamentando como viene haciendo desde hace años, desde una postura científica y ética, un saber crítico ante las cosas que hacemos sin preguntarnos porqué las hacemos. Lo podéis leer aquí. Nadie busque una postura antivacunas, ni el Dr. Gérvas lo es ni yo tampoco. Estoy muy a favor de las vacunas y así lo defendí públicamente incluso en televisión, pero no puedo estar de acuerdo con campañas puramente comerciales que buscan vender más y a más gente, que originan gasto innecesario y basadas en rutinas, no en estudios.