Mi amigo Guille


Ya es hora de acostarse mañana hay que ir al cole, ha sido un día muy especial. Me he despertado con la voz de mamá diciendo que llegabamos tarde al cole y entonces al mirarme me he dado cuenta que era muy grande por lo menos el doble que cuando me acoste, ya me voy acostumbrando a esto, pero ¿cuantos años tengo ahora, me pregunte? Da igual, me levanto y a descubrir un nuevo día.

Por la tarde hemos vuelto a ir al centro de salud a ver a Jesús, el médico de mi hij@, creo que ya os he hablado de él, alguna vez. Hace poco que cumplí cuatro años y nos dieron cita para ir a la revisión y vacunas, papa me ha explicado lo que son las vacunas, papa habla mucho y a veces no entiendo lo que dice pero me gusta que me hable, me ha dicho que es por mi bien, para que no me ponga malo de unas enfermedades horrorosas que hay.

Me he puesto muy contento, porque en la sala de espera estaba mi amigo Guille, es mi mejor amigo. Hace tiempo que no le veía ya que ahora no va a mi colegio, dicen mis padres que le han llevado a un colegio especial. Lo pasabamos muy bien, él todavía no sabe hablar, pero da igual. Algunos niños no querían jugar con nosotros, a sus padres no les parecía bien, no creo que fuera para tanto, alguna trastada hicimos, lo normal.

En la sala de espera hemos estado subiéndonos por los asientos y corriendo, ha habido alguna protesta pero es que hacía mucho tiempo que no le veía. Ha salido la enfermera y me ha llamado a mi primero, les ha preguntado cosas sobre mi, que si como frutas verduras, que si me lavo los dientes, yo me he chivado de que papá fuma a escondidas y le veo y cualquier día me va a dar una enfermedad al pulmón. Se han reído, a mi no me hace ninguna gracia. Luego me ha revisado Jesús como en otros ocasiones y al final tocaban las vacunas. Se que no tengo que llorar que ya soy mayor pero me han clavado dos espadas en los brazos, casi me quedo manco, no he podido evitar que me cayera un lagrimón, he salido fuera y ahí estaba mi amigo Guille esperando su turno, se ha acercado a mi, se dió cuenta de las lagrimas y me ha dado un abrazo de los grandes, en ese momento se me pasó el dolor y sentí un gran alivio. Me ha mirado con tristeza como intuyendo lo que le iba a suceder, le he dado la mano y hemos entrado los dos juntos en la consulta de la enfermera, ¡que momentazo! Guille y yo juntos podíamos con el mundo, nadie nos volverá a separar.


Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

0 ideas sobre “Mi amigo Guille

  • Montse

    Lucia tiene una primita, es una nena de apenas dos añitos con sindrome de down. Esta primavera pasada la operaron del corazon y a las pocas semanas ya andaba dando guerra a sus padres y sacandonos unas carcajadas a todos, es tremenda!!! Jamás había visto tanta vida en unos ojos, tanta vitalidad y tanta ternura… sin duda son personas muy especiales.
    Es muy bonito lo que has escrito…

  • Laura

    Son, eso PERSONAS, pero para mí, NO son; ni más cariñosas, ni eternamente niños, ni obstinados, ni deshinibidos, ni…ni más especiales que el resto del mundo mundial. Son DIFERENTES, cada uno con su propia personalidad, como los que no nacimos con SD, porque al final, afortunadamente, todos somos diferentes!!
    🙂